Solicita auditar las empresas del cuñado incómodo
La Permanente cita a Gil Díaz por el caso Zavala
Pide a PGR, ASF y SFP investigar contratos con el gobierno
Después de un acre debate entre legisladores de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), la Comisión Permanente del Congreso de la Unión citó a comparecer al titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Francisco Gil Díaz, y otros funcionarios involucrados en el presunto tráfico de influencias en favor de Diego Hildebrando Zavala Gómez del Campo y evasión fiscal. Inclusive, el órgano legislativo demandó que la autoridad tributaria ordene una auditoría fiscal al conglomerado de empresas del cuñado incómodo de Felipe Calderón, candidato presidencial del blanquiazul.
Los senadores y diputados del PAN estaban furiosos, sobre todo Juan Molinar Horcasitas -quien sostuvo un debate con Pablo Gómez e Inti Muñoz, del que no salió bien librado-, toda vez que en su afán por atacar a Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, sólo lograron que al final se aprobara la propuesta del PRD para que la Comisión Permanente intervenga en el caso Hildebrando.
El punto aprobado por todas las fuerzas políticas solicita a la Procuraduría General de la República (PGR), la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la Secretaría de la Función Pública (SFP) que investiguen los contratos que el hermano de la esposa de Calderón obtuvo de diversas dependencias gubernamentales durante los cuatros años recientes; montos de los mismos, condiciones, su cumplimiento y los impuestos que debió pagar al fisco.
El debate comenzó cuando Molinar Horcasitas propuso que la Comisión Permanente solicitara a la PGR y al Instituto Federal Electoral (IFE) investigar "la presunta existencia de peculado y de delitos electorales cometidos por funcionarios del Gobierno del Distrito Federal (GDF)" para apoyar la campaña de López Obrador. En su exposición, sostuvo que, de acuerdo con la información publicada por un periódico, "podría haber delitos muy graves, como lavado de dinero y delincuencia organizada".
El diputado perredista Pablo Gómez subió a tribuna para responder que no hay prueba alguna de tales acusaciones, que mejor presentaran una denuncia ante la PGR, pero que su partido estaba de acuerdo en aprobar el exhorto porque que no son "tapadera" de nadie.
"Nosotros no defendemos a ningún malandrín, no salimos haciendo espots defendiendo al cuñadazo", agregó Gómez, quien enmendó la plana al panista al hacerle notar que debía modificar el punto de acuerdo, porque no se puede solicitar al IFE que investigue delitos electorales, porque es facultad exclusiva de la PGR. "No nos vayan a acusar de ignorantes; claro que los autores de la iniciativa probablemente lo sean, pero no toda la Comisión Permanente".
Entonces el PAN acusó al GDF de ser el más corrupto; al procurador Bernardo Bátiz, de haber posibilitado la exoneración de René Bejarano y Carlos Imaz, e insistió, basado en la publicación periodística, en que contratos de los segundos pisos se adjudicaron de manera directa a empresarios que después apoyaron la campaña del candidato de la coalición Por el Bien de Todos.
Pablo Gómez respondió que dejaran de actuar como "chachalacas", que "no se miden" en sus mentiras, como fue el caso de Germán Martínez, quien aseguró que López Obrador no tenía título profesional y la propia Universidad lo desmintió. Recordó que Vicente Fox gobernó pese que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación lo multó y declaró que había encabezado el mayor sistema de financiamiento privado ilícito de la historia del país.
El diputado Inti Muñoz le dijo a Molinar que el "nuevo caso" contra López Obrador es "una mala historia de ficción", y le pidió que dejara de hacer el ridículo. Rebatió la afirmación de que el GDF es el más corrupto del país, y preguntó: "¿qué pasa con los casos de corrupción en el gobierno foxista, como el de Carmen Segura en el Fonden, los hermanos Bribiesca o el del propio Fox y sus amigos".
La cúpula panista se veía preocupada, pero siguó atacando. El coordinador de los senadores del PAN, Héctor Larios, discutía con su par en la Cámara de Diputados, José González Morfín, y con Molinar Horcasitas, mientras Pablo Gómez les preguntó cómo es que López Obrador tiene tal nivel de aceptación en el Distrito Federal.
Los rostros de los panistas se endurecieron más cuando el diputado Jesús González Schmal, de Convergencia, refutó al senador Federico Ling Altamirano y le dijo que los actuales panistas traicionaron su historia y mancharon la memoria de los fundadores del PAN al avalar los negocios al amparo del poder público que se han hecho ahora que gobiernan.
Furioso, el senador César Jáuregui lo interrumpió para preguntarle por qué traer "ese morral de odios e historias del pasado" al debate, y comparó a López Obrador con Hitler y Mussolini.
El presidente de la mesa directiva, Enrique Jackson, terminó la discusión, que ya llevaba casi tres horas. Se aprobó el punto de acuerdo y los panistas debieron aceptar que se aprobara también el de los perredistas para pedir la comparecencia de Gil Díaz, del titular del Sistema de Administración Tributaria, la secretaria de Desarrollo Social y el director de Petróleos Mexicanos, para que expliquen los negocios con recursos públicos de Diego Zavala.
Como los legisladores del PAN no querían discutir el tema y afirmaron que se trata de "una mentira", porque no hay tráfico de influencias, Pablo Gómez recalcó que vale la pena investigar "cómo una empresita se convierte de la noche a la mañana, porque tiene un cuñado bien puesto, en una empresota del tamaño de Hildebrando".