Usted está aquí: jueves 15 de junio de 2006 Sociedad y Justicia En México, la discriminación de mujeres, mayor que en Ruanda

Revela estudio del PNUD que el crecimiento en desarrollo humano en el país es "engañoso"

En México, la discriminación de mujeres, mayor que en Ruanda

Los rezagos se observan cuando se abordan rubros como los de género y regiones

ALMA E. MUÑOZ

La representación de la Organización de las Naciones Unidas en México advirtió ayer que es "engañoso" el avance de nuestro país en materia de desarrollo humano, particularmente, en educación, salud e ingreso. Al incorporar la desigualdad entre hombres y mujeres como indicador de medición, demuestra que a escala nacional, pero sobre todo por estados y municipios, la nación sufre un retroceso, porque prevalece la discriminación contra la población femenina. Lo anterior es evidente cuando se aborda lo relativo a su incorporación a puestos políticos y económicos, a tal grado que Ruanda presenta mejores resultados.

En el parlamento de aquel país, las mujeres tienen 48 por ciento de escaños, mientras en México ni siquiera se logra cumplir con el umbral mínimo de 30 por ciento que establece Naciones Unidas, precisamente como indicador de desarrollo humano y potenciación de género. Es más, se registra que 67 por ciento de concubinas piden permiso a sus maridos, en zonas rurales, para trabajar, y 31.7 en área urbanas, para visitar al doctor.

Al presentar los resultados de mediciones al respecto, Thierry Lemaresquier, representante permanente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, aseguró que el informe representa "un llamado de atención" a los tres niveles de gobierno para que tomen cartas en el asunto. Les recordó que "una sociedad que no se plantea preguntas (relacionadas con la discriminación hacia las mujeres) no avanza lo suficiente rápidamente", más cuando se perciben niveles de desigualdad "alarmantes".

Por ejemplo, que Nuevo León, entidad que ocupa el segundo lugar en índice de desarrollo humano (IDH), desciende al número 29 cuando se le incorpora lo relativo a la potenciación de género, es decir, darle a las mujeres cabida en puestos públicos. Es más, hasta la delegación Benito Juárez, en la ciudad de México, cuyo nivel de vida se compara con el de países de primer mundo, también pierde un punto.

No obstante, Lemaresquier aclaró que con la publicación del informe no buscan incidir en las elecciones del 2 de julio, "porque no se trata de una evaluación al desempeño de los gobiernos", pero recomendó al Estado trabajar en la materia. Además, a los gobiernos, tanto federal como estatales, les recordó que tienen obligaciones internacionales con grandes instrumentos de derechos humanos, y si quieren competir a escala mundial en los próximos años, ya sea con superación de la pobreza o ataque frontal a la desigualdad, el tema debe incorporarse a la agenda política.

Aunque a escala nacional pasamos de tener un nivel alto de desarrollo a uno bajo, por las desigualdades entre sexos, los cambios más drásticos se dan en los municipios, con descensos hasta de más del 50 por ciento. El ayuntamiento que más pierde es Santiago el Pinar, Chiapas, con 56.93, aunque suman 700 aquellos que prácticamente tienen entre cero y uno puestos políticos para mujeres.

Luis Felipe López Calva, asesor del PNUD, advirtió que la mayor distancia en esta brecha de desigualdades se da en el campo del ingreso, donde el sector femenino percibe hasta 20 por ciento menos que los varones. Sin embargo, advirtió que el estudio refleja que "si bien el país en promedio está en un índice de desarrollo humano alto, cuando empiezas a desglosar entre hombres y mujeres, y entre regiones, nos damos cuenta que estamos muy rezagados. Entonces ese indicador es muy engañoso, porque en realidad tenemos regiones que están en índices muy bajos".

Citó como referencia que el Distrito Federal, la entidad con más alto nivel en cuando a vida, educación y salud, tiene valores similares a los de Corea del Sur, mientras Chiapas es comparable, en término ajustados por desigualdades de género, con países como Nicaragua.

En general, el documento afirma que "las mujeres mexicanas ocupan una posición desigual frente a los resultados del desarrollo". Y aunque no incluyeron un parámetro específico de medición, los estudiosos del PNUD advirtieron que "la violencia y la amenaza de violencia contra ese sector bloquea el logro de sus capacidades, porque limitan sus iniciativas y esfuerzos".

 
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