Fue el resultado más abultado del Mundial hasta el momento; Shevchenko, desapercibido
España sorprendió a propios y extraños y en su mejor debut goleó a Ucrania
En el descanso del primer tiempo se puso el Cielito Lindo mexicano
Ampliar la imagen David Villa es cargado por sus coequiperos que festejan el segundo gol que hizo a los ucranianos Foto: Ap
Leipzig, 14 de junio. España produjo hoy un sonoro impacto en el Mundial de Alemania al derrotar 4-0 a Ucrania, con una lección táctica y un juego más que convincente, cuyo resultado le permite dar rienda suelta a sus sueños.
David Villa, con dos goles, Xabi Alonso y Fernando Torres plasmaron la enorme superioridad del combinado de Luis Aragonés, que ofreció toda una exhibición para lograr el resultado más abultado hasta el momento en la Copa, y su mejor debut en 12 participaciones mundialistas.
La Furia inició con el equipo previsto, incluido Xavi en el centro del campo y con Raúl en la banca, y la respuesta de los jugadores fue notable, porque lo hicieron muy bien.
El esquema propuesto 4-3-3 exige más porque requiere inteligencia en los laterales para administrar las subidas y gran despliegue físico de los delanteros para buscar los flancos. Y vale la pena señalar que ambos supuestos se cumplieron a la perfección.
El plan español arrojó réditos muy pronto. Al minuto 13 Marcos Senna lanzó un disparo desde 25 metros que obligó al portero Shovkovski a enviar el balón a tiro de esquina.
El cobro propició el primer gol tras el envió de Xavi y el remate de Alonso en el primer palo.
El segundo tanto, sentencia prematura del partido, llegó a los 18 minutos. Villa cobró un tiro libre desde unos 300 metros, que pegó en la barrera descolocando al guardameta ucraniano Shovkovski, que no pudo hacer nada para detener el balón.
Aragonés demostró haber trabajado mejor el partido que el timonel croata Oleg Blokhin, porque España siempre encontró superioridad en el centro del campo y apenas pasó apuros en la defensa.
La respuesta de Andriy Shevchenko, quien acaba de sumarse al Chelsea inglés por unos 55 millones de dólares, luego de militar en el Milán de Italia, fue intrascendente.
La alegría era tanta entre los españoles que a nadie le importó que en el estadio alemán recurrieran al clich y pusieran el Cielito Lindo mexicano para amenizar el tiempo de espera en el descanso. Todo el mundo lo cantó.
Por si faltaran argumentos para pensar en una plácida segunda parte para los ibéricos, el partido se definió prácticamente al primer minuto de la reanudación.
Torres encaró al portero, Vladyslav Vashchuk se acercó por detrás y el delantero cayó. El árbitro Massico Busacca fue extremadamente generoso con el conjunto español y marcó penal, así como la expulsión del defensor croata. Villa concretó el 3-0 y los ucranianos entonces claudicaron.
Los pesos pesados
Raúl y David Albelda saltaron al campo al minuto 55, todo un detalle de Aragonés hacia dos pesos pesados de España que vivieron tiempos mejores.
Y la hinchada española, que hace tiempo que no digiere alegrías, se lanzó a cantar: "¡Sí, sí, sí, nos vamos a Berlín!"
La Furia Roja, encabezada ahora por un magnífico Xavi, siguió jugando bien, aunque su despliegue fue menos meritorio por la inferioridad que demostró el rival.
Raúl tuvo un par de ocasiones y Torres también buscó su gol, que encontró a nueve minutos del final, cuando completó una fabulosa triangulación con un enorme lanzamiento pegado al palo izquierdo de la portería ucraniana.
Así concluyó la exhibición española ante un rival que ya nada pudo hacer.
El combinado de Aragonés desmintió a su historia y ofreció un debut enormemente satisfactorio para sus intereses y lleno de buen gusto.
Fue todo un baño de autoestima y una invitación a soñar.