Concurridos actos en Campeche, Mérida y Cancún
Desmenuza AMLO las complicidades del sexenio
Menciona a los Mouriño, Roberto Hernández y Zavala
Ampliar la imagen Asistentes en Mérida al mitin del candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos Foto: Carlos Ramos Mamahua
Mérida, Yuc., 18 de junio. Con una audiencia donde precariedad y pobreza eran evidentes en la mayoría de las mujeres, ancianos y hombres que acudieron a escucharlo en las ciudades de Campeche, Mérida y Cancún, Andrés Manuel López Obrador anunció que en su gobierno se terminarán definitivamente los privilegios económicos para los millonarios rapaces, y ''ya le toca al pueblo, ya le toca a las mayorías''.
Al efectuar cierres regionales de campaña electoral en enclaves que se consideraban hasta fechas recientes dominados por PRI y PAN, el candidato presidencial exhibió lo que entiende como las relaciones y complicidades que se produjeron en el gobierno foxista:
''Por ejemplo, aquí en Campeche, viene en la revista Proceso, hay un señor (César) Mouriño, que se enriqueció como la espuma, y se levantó con una gran fortuna; fue de los amigos de (Vicente) Fox aquí en Campeche, y ahora su hijo (Juan Camilo Mouriño) es subcoordinador de la campaña del candidato de la derecha. Y también dí lectura que este señor Mouriño le presta el avión privado al candidato del PAN. ¡Por eso ni se despeina! Y eso se va a acabar, los privilegios; ya le toca al pueblo, ya le toca a la mayoría de la gente, ya fue suficiente para estos millonarios rapaces''.
Más tarde, en Mérida, en la esquina donde se inicia el Paseo Montejo, más de 8 mil simpatizantes coreaban ''¡Peje, Peje, Peje!'' Ahí, López Obrador habló de otro intocable durante el foxismo:
''No pagan impuestos los de mero arriba. ¿Ustedes creen que el señor Roberto Hernández está en contra de nosotros, nada más porque no le gusta cómo hablo, porque me como las eses o las digo de más? No, no es por eso. Es porque es uno de los privilegiados: el señor vendió su banco en 12 mil millones de dólares, 120 mil millones de pesos, y no pagó un centavo de impuestos.
''Pero eso sí, ayudó a Vicente Fox para que fuese el Presidente. Les voy a decir algo que es toda una mecánica: cuando (Fox) ganó en julio del año 2000, a la semana, ya cansado de la campaña, porque si cansa, se fue de vacaciones a Punta Pájaros, Quintana Roo, una zona exclusiva. ¿Y de quién creen ustedes que es? Sí, de Roberto Hernández. ¿Y creen ustedes que yo me voy a ir de vacaciones a un centro turístico privado? ¡No! No he querido ni siquiera recibir recursos, dinero de grupos de interés, porque el que da dinero siempre pide algo a cambio, y yo no quiero llegar atado a la Presidencia de la República.''
Y pasó al tema de Diego Zavala, el llamado cuñado incómodo, quien, dijo, es el ejemplo de la impunidad porque ''tienen una doble moral; se las daban de gente decente, gente íntegra, gente de bien, y miren lo que realmente son. Ellos son muy dados a ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio''.
Antes, en la capital de Campeche, López Obrador enunció una combinación de compromisos de alcance nacional y local. En ese terreno se comprometió a impedir la privatización de los recursos naturales, y refirió el caso de Petróleos Mexicanos (Pemex), donde los beneficiarios pertenecen a un pequeño grupo de privilegiados por la administración.
''El negocio lo siguen haciendo los contratistas recomendados, y con influencias en lo más alto del gobierno federal. Por cierto, hoy en la revista Proceso se habla de un contratista de Campeche, quien ha sacado mucho provecho en este llamado gobierno del cambio.''
Y, de nuevo, ironizó con los ataques en su contra, porque, insistió, se ha orquestado una campaña de miedo, al grado de compararlo con Carlos Salinas.
''Vamos a aplicar una política nueva, distinta; ahora le están metiendo mucho miedo a la gente en espots de radio y televisión (...) que va a venir una catástrofe, que se va casi a acabar el mundo -dijo entre risas- que vamos a quitar las casas, que quién sabe qué; ahora hasta me comparan con (Carlos) Salinas. ¡Imagínense ustedes! Andan muy nerviosos, muy desesperados. No, no.''
Como viene sucediendo en los concurridos cierres de campaña, se ha registrado una comunicación cercana entre el candidato y sus simpatizantes.
''Ustedes lo saben: nada ha dañado más a México que la deshonestidad. Yo no tengo un tren de vida que me exija tener ingresos extravagantes; yo vivo modestamente; llevo 30 años luchando por mis ideales. Y a las personas que formen mi gabinete, antes que me digan que aceptan les voy a leer la cartilla de la austeridad republicana.''
Y para convencer de que las cosas cambiarán en su gobierno, se comprometió a terminar con el trato de privilegio para los ex presidentes, incluido él, cuando concluya su mandato.
''¿Ustedes creen que es justo que se le estén pagando 180 mil pesos de pensión a Carlos Salinas? No va a haber pensión para los ex presidentes, y después de los 70 años van a tener derecho a la pensión universal, que ésa es para todos.''
Frente al litoral donde se encuentran los mantos petroleros de Cantarell, López Obrador prometió no privatizar ni la industria eléctrica ni el petróleo; se explotará racionalmente el gas y los hidrocarburos, sin contaminar el medio ambiente; se construirán tres nuevas refinerías y se erradicará el contubernio en Pemex. ''Dicen mis adversarios en espots de radio y televisión, que ahora se va a venir una catástrofe, que se va a acabar el mundo.''
Por la noche, unas 15 mil personas recibieron al candidato en Cancún. Tal asistencia, se dijo a este diario, no se había registrado antes en este punto turístico. Y con esa respuesta de por medio, López Obrador se comprometió a investigar a fondo la venta de terrenos residenciales a precios de regalo, y también afirmó que no permitirá que los habitantes de la colonia popular Luis Donaldo Colosio sean amenazados, ''porque ahora resulta que los desarrolladores descubrieron que el asentamiento se encuentra en zonas residenciales''.