El Fondo de Cultura publica en tres tomos las obras del pensador austriaco
Las ideas de Iván Illich podrían dar sentido a propuestas del EZLN: Sicilia
Pese a la actualidad de su pensamiento y a ser un precursor de la crítica de lo que después se designaría como globalización y neoliberalismo, y aún de manera más amplia: de la "sociedad industrial" en su conjunto, la obra del filósofo, teólogo e historiador austriaco Iván Illich ha caído en el olvido.
Pero ahora, el Fondo de Cultura Económica ha comenzado a publicar, en tres tomos, la obra reunida de Illich (1926-2002), quien vivió en Cuernavaca durante los años 60 y 70 y es considerado uno de los pensadores más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
"Los políticos, intelectuales y jóvenes tendrían mucho que aprender de esa obra para criticar los derroteros en los que sigue montada la sociedad moderna: las ideas del desarrollo, de la educación, del transporte o de la medicina, axiomas modernos que nadie cuestiona y que, sin embargo, son construcciones retóricas que, lejos de liberar al hombre, lo esclavizan y producen el malestar que estamos viviendo."
Desde Cuernavaca, vía telefónica, habla el poeta, narrador y ensayista Javier Sicilia, responsable de la revisión de las obras de Illich junto con Valentina Borremans, cofundadora y directora del Centro Intercultural de Documentación (Cidoc) en la capital morelense, lugar de encuentro en los años 70 de un grupo de investigadores latinoamericanos y de otros países.
"Frente a la debacle actual -continúa Sicilia-, sería muy bueno retomar y repensar a Illich, porque podría iluminar también muchas de las propuestas zapatistas y darles un sentido y una direccionalidad que parecen no tener. El gran problema de Marcos es que intuye la necesidad de las autonomías, pero no dice ni cómo ni para qué."
El primer volumen de las obras reunidas de Iván Illich -los otros dos tomos aparecerán entre finales de este año y el próximo- incluye los libros Alternativas (con introducción de Erich Fromm), La sociedad desescolarizada, Energía y equidad, La convivencialidad, Desempleo creador y Némesis médica.
Se trata de casi toda la obra que Illich produjo en el Cidoc, dice Sicilia, y agrega: "El comenzó aquí en Cuernavaca su gran obra, que se divide en dos áreas: por un lado, la escrita, la del pensador, historiador y teólogo. Y por otro, la del propio Cidoc, que fue un centro de reflexión muy importante a partir de sus tesis".
Pensador de vanguardia
Sicilia comenta el por qué del olvido de Illich, pese a la actualidad de su obra. "Durante los años 60 fue un personaje sumamente importante a escala mundial. Como pensador de vanguardia, interpeló a mucha gente en un momento muy importante de hacia dónde se iba a proyectar el mundo.
"Iván Illich preveía ya que si se tomaba el camino que finalmente se tomó, el de la tecnología, del fortalecimiento de las instituciones, de la sociedad industrial y de lo que desembocaría en la globalización, iríamos al desastre. Y él estaba ya planteando formas alternativas", señaló.
"El problema es que cuando se cerró el Cidoc (1976), él se retrajo hacia una vida mucho más privada, como una especie de filósofo itinerante con grupos de discípulos en varias partes del mundo. Y dejó de estar bajo los reflectores.
"Por otro lado, el camino y el derrotero que tomó el mundo, contrario a todo el pensamiento de Illich, también contribuyó a que se olvidara su figura. Incluso mucha gente creyó que ya había muerto. Entonces, el pensamiento de Illich se volvió incómodo para el derrotero que tomó la sociedad moderna, y él mismo se retrajo."
Puede decirse, agrega Javier Sicilia, que Iván Illich fue precursor de la crítica al ahora llamado neoliberalismo. "Aunque él es mucho más grande que eso. En Illich está también una crítica a la modernidad, a la posmodernidad, a lo que incluso privilegia el marxismo o las corrientes socialistas: el desarrollo, el industrialismo. El es muy contrario a todas las formas ideológicas, ya sean abierta u ocultamente ideológicas, como el mercado y el industrialismo".
China, Cuba, EZLN
Javier Sicilia recuerda que en sus primeros escritos, Iván Illich mira a China y Cuba "como posibilidades hacia desarrollos locales, formas de herramienta y de técnica a nivel humano, algo que después, en otra tesitura, desarrollará Schumacher. Pero tanto China como Cuba decidieron montarse al derrotero que estaba marcando Estados Unidos y la Unión Soviética".
Hoy, agrega Sicilia, Illich viviría el actual proceso de desarrollo industrial chino como "una gran decepción". Mientras, de Cuba, el pensador se hubiera "desmarcado" en algún modo en lo político e ideológico, porque Illich "caminaba" hacia las autonomías.
-Pero se acerca mucho a planteamientos de los zapatistas de Chiapas.
-Creo que ha sido al revés, los zapatistas se han aproximado a los planteamientos de Illich intuitivamente. Cuando fui a ver a Marcos le llevé las obras completas de Illich, en la edición francesa.
El subcomandante no dijo nada a Sicilia, pero éste le comentó: "'Aquí va usted a encontrar mucho para entender su propio movimiento'. No sé si las haya leído, pero hay mucha resonancia de Illich en Marcos y en el zapatismo".
Sicilia plantea que Illich también fue muy crítico de los ecologistas. "Veía en la institucionalización de lo ecológico otra forma de destrucción de las autonomías, o una imposición ideológica de una concepción sobre la naturaleza. El buscaba la preservación, pero a partir de la propia memoria histórica de los pueblos o de las comunidades. Y no de una abstracción ideologizada, como es el ecologismo actualmente".