Cierre masivo en la Macroplaza de Monterrey
Ofrece AMLO a empresarios manejo económico responsable
Ampliar la imagen Andrés Manuel López Obrador, ayer en la Macroplaza de Monterrey Foto: Carlos Ramos Mamahua
Monterrey, NL, 19 de junio. Al cerrar aquí su campaña, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, dejó un mensaje claro a los empresarios. Tengan confianza, les dijo, que manejará la economía con responsabilidad, que no desatará la inflación ni endeudará al país para financiar el desarrollo.
En la Macroplaza de esta capital, ante más de 10 mil simpatizantes que le expresaron de manera ruidosa su respaldo, el tabasqueño aclaró al empresariado neoleonés que cambiará la política económica para beneficio de las mayorías, pero respetará las variables macroeconómicas. Los recursos necesarios, insistió, saldrán de un gobierno austero y del combate frontal de la corrupción.
Se refirió al cuñado incómodo y aprovechó para deslindarlo del resto de los empresarios. "¿Hay alguien aquí en Monterrey que en cuatro años haya obtenido tantos contratos de empresas públicas, hasta lograr ingresos por 2 mil 500 millones de pesos sin pagar impuestos?", preguntó.
Antes, al cerrar actividades proselitistas en Ciudad Victoria, Tamaulipas, López Obrador advirtió aquí que él no hará "ofrecimientos de última hora" como su contrincante Felipe Calderón, quien "desesperado por conseguir votos" hasta le copia sus programas, aquellos por los que lo acusaba de populista, como bajar las tarifas de electricidad y petróleo.
Sólo que "el candidato de la derecha no los podrá cumplir, porque no ganará las elecciones del próximo día 2 de julio", dijo, e insistió en que su gobierno no permitirá a políticos corruptos y "ladrones", ni a funcionarios "lambiscones y barberos".
Por la tarde, en la Macroplaza, inundada por miles de jóvenes, mujeres y hombres del PRD, PT y de las redes de apoyo a su candidatura, dijo a los empresarios que estén tranquilos, que contra los mensajes de sus contrincantes, quienes lo presentan como peligro para México, él manejará la economía con toda responsabilidad.
"Queremos, desde luego, por sentido común, que haya estabilidad macroeconómica, que no puede haber déficit fiscal, que tengan confianza, pues no se utilizará la deuda pública para financiar el desarrollo."
Tengan confianza, recalcó, en que no se desatará la inflación, "respetaremos desde luego la autonomía del Banco de México".
Como en Ciudad Victoria, agradeció a la multitud que ayer lo escuchó en Monterrey y coreó un discurso de 47 minutos en los que explicó de dónde sacará los recursos para poner en marcha su proyecto de gobierno.
Aquí la escasa presencia del PRD fue compensada por los contingentes del PT y las redes ciudadanas. En el templete López Obrador estuvo acompañado por personajes tan disímbolos como la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra y Ramón Ayala, cantante de música norteña; Alberto Anaya, el líder del PT; Patricia Custineda, hija de un líder de la CTM, y de los ex panistas que ahora cotienden por las alcaldías de Monterrey y Guadalupe, Rogelio Benavides y Francisco Fuentes.
Con jóvenes enfundados en camisetas amarillas, que no dejaron de corear: "Se ve, se siente, López Obrador presidente", el candidato afirmó que los gobernantes del PAN se han comportado como "ratas", por los actos de corrupción que han cometido.
En Ciudad Victoria, el tabasqueño agradeció la presencia de miles de perredistas que llenaron y pintaron de amarillo la Plaza Juárez, sin importar el calor de casi 40 grados del mediodía, en que mediante mantas, cartelones muy bien elaborados y cartulinas escritas a mano, le hicieron saber que "es su gallo".
En ese ambiente festivo, el candidato marcó diferencias de su proyecto con el de los panistas. De entrada, aseguró, que él no olvidará lo que prometió en campaña, como Vicente Fox, a quien vaticinó irá "al basurero de la historia" por haber mentido al pueblo de México.
Destacó que sus adversarios "andan diciendo que es un peligro para el paaís y que hasta las casas quitará a la gente". Sin embargo, recalcó, lo que hará es construir cada año de su sexenio un millón de viviendas.
Estamos, dijo, a unos días de la elección; "quiero que quede muy claro que nosotros no haremos planteamientos de última hora, como los otros candidatos".
Calderón, agregó, "ya ofreció que descontará la mitad en los recibos de luz, gas y gasolina; antes decían que era populismo, pero como anda desesperado anda ofreciendo hasta lo que no va a poder cumplir, porque no va ganar el 2 de julio".
Una gran ovación lo hizo detener su discurso. Cuando lo reanudó insistió en que como Fox en 2000, Calderón ofrece mucho, pero, resaltó, el 2 de julio el PAN y su candidato "recibirán su castigo, una lección", porque "quien no cumple se va la historia, pero al basurero de la historia, porque al pueblo no se le engaña".
López Obrador pidió a sus simpatizantes tener confianza, ya que se encamina a ganar la elección presidencial. Detalló que la semana pasada las encuestas le daban ventaja de dos o tres puntos sobre Calderón, pero en realidad son más de 10 puntos.
Precisó que sondeos propios lo sitúan arriba con 36 puntos, seguido de Calderón (28) y Madrazo (18), pero con los indecisos él puede llegar a 41 o 42 puntos.
En Monterrey, dijo que Calderón ya cambió la sonrisa, "ven que ya no ríe como antes" y salió de la capital neolonesa entre gritos de "¡se ve, se siente, Andrés Manuel presidente!" y de miles de manos que querían tocarlo.