Quemaron sus credenciales de elector frente a las oficinas del penal de Santiaguito
Partidos y candidatos, cómplices de la represión: adherente a la otra campaña
Denuncian persecución contra miembros del FPDT en Nexquipayac y Acuexcomac
Almoloya de Juárez, 19 de junio. Frente a las oficinas del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Santiaguito, decenas de adherentes a la otra campaña, así como familiares y compañeros de los presos políticos recluídos aquí y en el penal de alta seguridad de La Palma, quemaron este mediodía sus credenciales de elector en señal de repudio a los partidos políticos que disputarán el gobierno de este país en los próximos comicios. Los institutos políticos y sus candidatos "han sido cómplices" de la represión, afirmó Rubén, quien lleva más de un mes acampado en las afueras de la cárcel. "Esta es una acción de protesta contra la farsa del 2 de julio", decía una voz al micrófono, mientras cerca de 300 micas ardían en un cubo de metal junto con lajas de madera y papel periódico en llamas.
A pocos metros, una pequeña multitud espera que transcurra la tercera audiencia de detenidos luego del ataque policiaco a San Salvador Atenco el 4 de mayo. Las autoridades del penal mandaron instalar un toldo blanco de tela, de los que se alquilan para las bodas de postín, y unas 200 sillas plegables, para que este peculiar público acompañe de lejos a los reos, que amplían su declaración dentro de las oficinas del Cereso en un trámite lentísimo y desesperante.
Una decena de presos, separados por rejas y cristales de la sala donde se efectúa la diligencia, ven (más que escuchar) los sonoros gritos de apoyo que profieren sus amigos y simpatizantes. "César, aguanta, el pueblo se levanta", y enseguida la misma consigna para Edith, Pedro, Magdalena, Juan, Arnulfo, David, Mariana, Guillermo, Rodolfo y otros. Desde el cuartito donde esperan de pie, los reos alzan un papel: "Los queremos a todos, compas y familia". Entre ambos grupos se interpone una decena de mesas en las que los escribanos teclean ante las computadoras, rodeados por altos legajos con los expedientes y por un gran número de funcionarios, agentes y miembros de la fiscalía que conforman una red impenetrable, aburrida e indiferente.
Demandas de mazahuas
También está un grupo de mujeres y jóvenes mazahuas que demandan la liberación de su compañera Magdalena García Durán. Vocean ante las puertas abiertas de la sala: "Y ustedes se preguntan, ¿y estos quienes son? Somos los mazahuas, queremos solución". De aquí, este grupo se dirige a la ciudad de Toluca en compañía de los abogados, para exigir ante la juez del primer juzgado que deje de diferir la sentencia de liberación de Magdalena. "En el juzgado usan puros pretextos inútiles para retrasar los trámites", se queja una de las indígenas.
Mientras se disipa la humareda plástica de credenciales del Instituto Federal Electoral, por los magnavoces salen voces inconformes, denuncias y testimonios. Un atenquense refiere que la policía continúa hostigando a pobladores de Nexquipayac y Acuexcomac, y los "soplones" siguen señalando a miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT). Hace pocos días fueron detenidas tres personas más: Juan Ramírez, Sergio Ramírez y Abraham Fuentes, quienes se sumaron a los 28 presos políticos en Santiaguito. Refieren los denunciantes que la policía mexiquense allanó, sin orden de cateo, la casa donde se encontraban los dos últimos, quienes fueron interrogados y torturados para que revelaran dónde se escondía Juan Ramírez, miembro de FPDT.
En hojas de cuaderno van y vienen pequeñas cartas entre los reos y la gente que los apoya. En una de ellas, una de las presas dice: "Me da mucha fuerza cuando los veo, cuando los oigo gritar. Siento que el hecho de que estemos aquí pueda dar pie a que se unan muchos grupos de la otra campaña, para lograr que lo que estamos pasando valga la pena, y aunque nos tardemos en salir lograremos que la otra campaña se fortalezca". Entre saludos personales, la presa política añade: "Cuando veo a todos los que luchan afuera, pienso que no me equivoqué".
Arriban varias mujeres de la Red Mexicana de Trabajadoras Sexuales, quienes extienden sobre el suelo su bandera negra, y con cadenas negras enmarcan unas 30 muñecas Barbie manchadas con pintura roja. Con la misma pintura escriben en el suelo: "No están solos. Peña Nieto, Fox, Wilfrido Robledo, represores y asesinos".
Patrullas y agentes de civil rodean el acto, y también decenas de mantas y carteles de solidaridad con los presos, o bien de rechazo al gobierno. Un retrato de campaña muestra sonriente al hoy gobernador Enrique Peña Nieto con dos palabras añadidas en grandes letras: "Se busca".