Que abandone la idea de un programa de trabajadores temporales, le exigen
Rebelión de conservadores contra la posición migratoria del presidente Bush
Ampliar la imagen En San Isidro, California, oficiales de protección de la frontera de Estados Unidos descubrieron a 14 personas que pasaban de contrabando en una camioneta, a la que habían quitado los asientos con el fin de ocultarse Foto: David Maung /Ap
Nueva York, 19 de junio. Líderes de corrientes conservadoras, que fueron clave en la relección de George W. Bush, instaron hoy al presidente a que abandone su posición sobre la reforma migratoria que incluye un programa de trabajadores temporales y una vía hacia la legalización, y que apoye la posición de la mayoría de los legisladores republicanos, que sólo se inclinan por reforzar las medidas de control del flujo migratorio y la seguridad fronteriza.
En lo que algunos consideran una "rebelión" contra el presidente, más de 40 líderes, incluyendo al ex secretario de Educación, William Bennett, al ex líder de la Cámara, Newt Gingrich, al juez Robert Bork, y William Buckley, entre otros personajes del movimiento conservador, enviaron una carta a Bush señalando que está actuando contra los deseos de 85 por ciento de los legisladores republicanos.
"La aplicación de ley en la frontera y en el interior tiene que ser financiada, puesta en práctica y demostrar que puede tener éxito, y sólo entonces podremos debatir la condición de los migrantes ilegales actuales o la necesidad de considerar nuevos programas de trabajadores huéspedes", señalaron los firmantes del texto, según una versión filtrada al rotativo conservador The Washington Times y difundida este lunes a otros medios.
El debate sobre la reforma migratoria es el mayor asunto político en el que Bush se encuentra en minoría entre los políticos republicanos en el Congreso. Los líderes conservadores señalan que promoverán su mensaje en los medios nacionales -una amenaza fácil de cumplir ya que muchos son comentaristas en medios electrónicos.
Hoy Bennett acudió al programa de Lou Dobbs en CNN para subrayar el mensaje de que los conservadores del partido favorecen medidas como las consideradas en el controvertido proyecto Sensenbrenner. La posición del presidente sobre la reforma migratoria, dijo Bennett, "no está al servicio del país ni del partido". Agregó que la "la clave para nosotros es cerrar la frontera", ya que la "seguridad fronteriza es el primer tema", y la "precondición lógica" antes de hablar de legalización de indocumentados y de trabajadores huéspedes. "Estamos hablando de soberanía", insistió.
El gobierno de Bush ha intentado aplacar estas críticas y apaciguar a estas fuerzas conservadores en las últimas semanas, al anunciar el envío de tropas a la frontera, medidas para construir un "muro virtual" a lo largo de la línea fronteriza, y realizar redadas en el país, además de hacer visitas personales a esas áreas para enviar imágenes de su compromiso para lograr el "control" de la misma. Aparentemente, todo esto no ha convencido a diversos líderes de un base vital del partido del presidente.