Macana contra el derecho a la protesta
Este año se ha mostrado con crudeza el verdadero rostro del caos y la pervivencia del peor de los priísmos. El escenario se ha ubicado en Puebla, Estado de México y Oaxaca, pasando antes por Michoacán en la siderúrgica Lázaro Cárdenas, cuyo gobierno perredista fue arrastrado en esta oleada de utilización de policías a falta de oficio y acuerdos políticos .
Si recordamos uno a uno los casos, encontramos que en Puebla el góber precioso dispuso de agentes policiacos y logró la complicidad del Poder Judicial para satisfacer los afanes de venganza de su amigo, el empresario Kamel Nacif, contra la periodista Lydia Cacho y, pese a la protesta social dentro y fuera de la entidad y del país, Marín sigue en el gobierno.
En Michoacán el gobierno federal planeó la intervención policiaca y logró la participación de la que corresponde a esa entidad contra un movimiento que se opone a las maniobras oficiales para suplantar su voluntad en la decisión de nombrar a su líder sindical; hasta ahora no parecen claras las investigaciones sobre la muerte de los mineros que perdieron la vida en ese operativo, fallido por cierto, si es que en verdad buscaban recuperar las instalaciones.
Ni qué decir del gobernador Enrique Peña Nieto, cuyas omisiones para investigar a Montiel, su padre político, parecen olvidadas ante la "destreza" que ahora presume en espacios internacionales para imponer "la ley y restablecer el orden" a sangre, violaciones y fuego contra la población de San Salvador Atenco. Ahí están los muertos, las expulsadas del país, los presos, esperando justicia.
La perla más reciente es la del pasado 14 de junio con el frustrado desalojo policiaco en Oaxaca de los maestros la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, (SNTE), vinculada a la Cooordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, lo que no impidió que el SNTE oficial saliera con una declaración "políticamente correcta" criticando a su enemigo: el gobernador oaxaqueño por aquello de las pugnas con la maestra Gordillo.
De la demanda gremial muy sentida, como es la rezonificación, que implica mejoría salarial, los maestros han pasado a la de destitución del gobernador Ulises Ruiz, quien intenta salir del atolladero ordenando la liberación de los maestros detenidos en su operativo, declara su incapacidad para cubrir la erogación que entraña la rezonificación y de paso difunde los "apoyos" que ha otorgado a la sección 22, intentando sembrar divisiones y minar la legitimidad del movimiento. El gobierno federal esta vez mandó desde Bucareli a un "mediador" incapaz de procesar la dimensión del conflicto, mientras las autoridades educativas federales hacen mutis y "el voz cero" presidencial gesticula patético.
Los días posteriores se ha puesto el énfasis en los intereses que hay detrás del movimiento magisterial sin plantear que en este gremio toda mejora salarial llega con retraso, ni cuestionar al gobernador según corresponde: por el uso reiterado de la violencia como forma de gobierno.
A este conflicto preceden muchos otros en el estado. Uno es el relativo al Movimiento Unificador de Lucha Trique (MULT), de cuyas bases emanó la organización del estatal Partido Unidad Popular (PUP), cuya disidencia, denominada MULT independiente, ha sido perseguida con asesinatos de por medio, sin que a la fecha se haya impuesto la lógica de investigar a fondo y aplicar la ley, simplemente porque el estado se hace parte del conflicto, establece alianzas y teje redes de complicidades con el PUP.
Son muchas las zonas oscuras en el manejo político del gobernador Ulises Ruiz y salta a la vista que sus torpes acciones desestabilizadoras coinciden con su desesperación por las malas cuentas que entregará a su jefe, Roberto Madrazo, pues no logra garantizarle los tradicionales votos que ese estado ha proporcionado al PRI históricamente, más aún en los años en que este partido aprovechaba las elecciones municipales por decisión comunitaria, legalizándolas, siempre y cuando se inscribieran en el partido "oficial".
En la nueva dinámica de reconocimiento formal a las elecciones por usos y costumbres la diferenciación del voto es una realidad, lo cual no ha hecho precisamente felices a los caciques y menos cuando ahora en las diversas regiones se consensa la decisión de votar por López Obrador como en 2000 lo hicieron por Vicente Fox, ya que el común denominador es el hartazgo hacia el priísmo. ¿Será por eso que observamos en la entidad un afán coincidente en declarar "saboteadas" las próximas elecciones federales? Mientras tanto, en El Yunque-gobierno no tienen ningún motivo para empeñarse en resolver un conflicto en una entidad donde la votación del PAN no pinta.
De nueva cuenta nos encontramos con el uso político de las fuerzas policiacas: las macanas antes que las palabras; policías antes que diálogo, abuso de poder antes que negociación de conflictos en el marco del derecho. ¿Quién sigue?