Soberanes pide prudencia a autoridades y maestros; "es mucho lo que está en juego"

Crece inquietud entre sectores sociales por persistencia del conflicto en Oaxaca

La preocupación por el desarrollo del conflicto magisterial en Oaxaca crece en varios sectores sociales, incluido el gubernamental, pues ya se vaticinan posibles repercusiones en el terreno electoral, de cara a la jornada del 2 de julio.

Así, mientras la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública informó que en varios países de América y Europa se hace una amplia denuncia de los hechos, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes Fernández, manifestó que la situación en Oaxaca "está que arde", por lo que recomendó prudencia a las autoridades y a los mentores, sobre todo en esta etapa electoral, "porque es mucho lo que se está jugando".

Entrevistado en el contexto de la Asamblea General Extraordinaria de la Federación Iberoamericana de Ombudsman, que se realiza en Nuevo Vallarta, Nayarit, destacó que este caso está "superpolitizado" y dijo no creer en coincidencias. Es raro que en vísperas de las elecciones se presente esta situación explosiva, señaló.

En la Cámara de Diputados, el priísta Francisco Monárrez y el perredista Salvador Martínez della Rocca coincidieron por separado en que el conflicto magisterial de Oaxaca tiene solución si se usan los recursos excedentes del petróleo. Pero esa alternativa fue rechazada por el panista Francisco Landero, quien aseguró que una modificación presupuestal traería consecuencias a escala nacional.

"En 2006 -señaló- no existen los recursos para dar solución a la demanda de los maestros. Se tendría que plantear en el presupuesto de 2007, haciendo alguna readecuación, lo cual es viable."

Martínez della Rocca, presidente de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, criticó también que un maestro de educación básica tenga un salario de 6 mil pesos al mes, cuando el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación gana 650 mil pesos en el mismo periodo.

Pedro Hernández, de la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública, denunció que el clima de represión que se vive en el país, incluida la de Oaxaca, "es una guerra de baja intensidad", porque el gobierno federal está desesperado ante las movilizaciones sociales.

En conferencia de prensa, la coalición -que agrupa a sindicatos de trabajadores de la educación de México, Canadá y Estados Unidos- destacó que a partir del llamado que hizo hace casi dos semanas a la comunidad internacional para evitar la represión, los trabajadores de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y organizaciones y sindicatos de diversos lugares del mundo han enviado cartas a los gobiernos estatal y federal para exigir que el conflicto se resuelva por medio del diálogo.

En Tlapacoyan, Veracruz, el gobernador priísta de esa entidad, Fidel Herrera, expresó su preocupación por los hechos en el vecino estado de Oaxaca debido al enfrentamiento entre el gobierno local y maestros porque, dijo, en términos electorales, Oaxaca representa entre 3 y 4 por ciento de la votación nacional del PRI, y del PRD en esa misma proporción.

Consideró que el mayor daño no sería a un partido, sino a las instituciones democráticas. "Nos preocupan las movilizaciones de maestros pertenecientes a Oaxaca, primero institucionalmente, y por la educación; es un estado muy cercano a nosotros, limítrofe en toda la cuenca del Papaloapan y el Istmo. Hay muchos veracruzanos que van diariamente a Oaxaca y que tienen actividades productivas en nuestro territorio. El conflicto magisterial lastima a la educación, a los niños, a los maestros, a las instituciones, al comercio, al turismo y al gobierno", aseveró.

"No me quiero meter en temas que no me incumben, pero la solución en Oaxaca debe darse en términos de la ley", añadió al ser entrevistado en el contexto de una gira por Veracruz del rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente.

Emir Olivares, Elizabeth Velasco, José Galán y Víctor Ballinas