La consejera Lourdes López reconoce que hay problemas en algunas zonas indígenas
Rechaza el IFE que haya focos rojos que pongan en riesgo los comicios
Aunque el Instituto Federal Electoral (IFE) tiene identificados los distritos que social o geográficamente son complejos para su organización, o bien donde la competencia alienta la polarización entre partidos por disputas locales, hasta ahora no hay reportes de regiones que representen un riesgo de crisis, con excepción del caso de Oaxaca, que enfrenta un conflicto magisterial, o la zona de Atenco, pero "en ningún caso podemos decir que está en riesgo el proceso electoral".
Para la consejera Lourdes López, responsable de la Comisión del Servicio Profesional Electoral del IFE, hay otras preocupaciones que se han externado en algunas juntas distritales, referentes a esquemas de compra y coacción del voto asociados con el uso de programas sociales en los tres niveles de gobierno, principalmente en estados donde la marginación social es aguda, como Puebla, Veracruz, Chiapas, Oaxaca e Hidalgo.
"Son estados con población muy pobre, con regiones indígenas que son altamente vulnerables a estas prácticas, pero que se está buscando atender con estrategias para contrarrestar esas pretensiones. Hay programas focalizados para evitar que haya condicionamiento alguno que pueda comprometer el voto", apuntó.
López destacó que el IFE tiene detectada esta práctica de forma genérica, pero no hay una identificación específica de cuáles son los programas federales o estatales cuyo uso con estos fines ha sido más intenso, pero es claro que hay comunidades en Tabasco, Oaxaca o Chiapas donde la frecuencia de este fenómeno es mayor.
Otra característica del proceso electoral es que prácticamente las campañas para senadores y diputados "no se han visto", porque la atención se ha concentrado en los comicios presidenciales.
Sin embargo, en aquellas entidades donde habrá elecciones concurrentes la disputa local genera una mayor "efervescencia" en las contiendas, lo cual incide en los comicios federales.
Sin duda, reconoció la consejera, cuando existen elecciones concurrentes los grupos locales se involucran más en las campañas y esto genera mayores enconos intrapartidistas e inclusive involucramiento de los poderes estatales.
López refirió el caso de Querétaro -que ha sido conocido por el Consejo General del IFE-, donde se ha incurrido en prácticas que podrían violentar las disposiciones del acuerdo de neutralidad de los servidores públicos.
Por primera vez tras la redistritación realizada el año pasado hay distritos indígenas, lo que ha implicado alguna "complejidad organizativa" en sitios como Tlaxiaco, Oaxaca, donde prevalecen la dispersión de grupos, la confrontación y violencia entre las propias comunidades triquis por problemas ajenos a la elección, lo cual plantea la necesidad de diseñar otras estrategias.
En el mismo caso están otros municipios de Chiapas. Hay que recordar, dijo la consejera, que en 2000 se cancelaron 50 casillas en el municipio de Ocosingo por oposición de grupos locales que quemaron la papelería electoral.
Esto ocurre en algunas zonas indígenas -pero no sólo exclusivamente en ellas- donde existen dificultades geográficas que obligan a distribuir el material electoral a veces lanzándolo vía aérea, por las dificultades de acceso. De acuerdo con cifras del IFE, en todo el país habrá 40 mil 196 casillas no urbanas de un total de 130 mil 496 que se instalarán el 2 de julio, es decir, alrededor de 30 por ciento del total. Sin embargo, hay estados donde la proporción de casillas rurales supera a las urbanas, con la consiguiente complicación logística, como son los casos de Chiapas o Guerrero.