El sabor amargo de la derrota ante Portugal hizo correr por litros el tequila y la cerveza
Aún con el pase del Tri a octavos, para muchos la fiesta está a punto de concluir
Aficionados asistentes al partido despidieron a La Volpe con insultos y cánticos del equipo Pumas
Ampliar la imagen Dura lucha por el balón entre Luis Figo y el mexicano Carlos Salcido Foto: Ap
Gelsenkirchen, 21 de junio. Para muchos la fiesta está a punto de concluir. Los aficionados que este día se congregaron por miles en Gelsenkirchen para seguir al Tricolor no solo perdían la esperanza, también el entusiasmo que al inicio de este campeonato mundial de futbol caracterizó el primer encuentro.
Esta fue una derrota vivida por la afición mexicana con sabor aún más amargo que el empate anterior. El tequila y la cerveza alemana comenzaban a correr por litros haciendo llegar a manera de consuelo una frase que al unísono se escuchaba: "clasificamos".
Notable también resultó un grupo que portaba una manta con la frase "Oh Dios, dónde está Cuauhtémoc". En esta ocasión se instalaron puestos de venta con máscaras de los candidatos presidenciales haciendo recordar un tema ahora prácticamente olvidado.
Como en los dos anteriores partidos, a las afueras del estadio se podían observar decenas de personas que portaban pequeños carteles con la leyenda "busco boletos"; rondaban las inmediaciones.
La reventa continuó
La dinámica de la reventa parece estar ya perfectamente organizada y quienes pretenden una entrada saben de antemano que es a esos "buscadores" a quienes hay que acudir para conseguir los ansiados boletos.
A esta corresponsal le fue ofrecida una entrada a nombre de Jan W. por la cantidad de 600 euros, en el bloque 79, cuyo precio original era de 34 euros con 75 centavos.
Conforme se acerca el momento del silbatazo que da inicio al partido el portador del boleto comienza a bajar el precio. Un grupo de cuatro jóvenes que viajaron desde Durango decidían esperar hasta el inicio del encuentro México-Portugal para acudir a uno de los revendedores, que ya tenían perfectamente identificado, de los dos anteriores partidos disputados por México en Nuremberg y Hannover.
Habían pactado ya no pagar más de 250 euros por entrada. Salim Tame, originario de San Luis Potosí, se comunicaba vía celular ansiosamente con su acompañante para informarle que ya tenía dos boletos; acababa de pagar 1400 euros.
A estas alturas del Mundial es ya por todos sabido que sólo en casos excepcionales es requerido un documento de identificación a la hora de entrar al estadio.
Conforme se acerca la realización del partido el precio de los boletos se cotiza a lo más alto, pero ya iniciado el encuentro su costo comienza a disminuir y las esperanzas de conseguirlo a un precio relativamente razonable aumentan, semejante a a la dinámica de la bolsa de valores.
La reventa no solo ocurre en los estadios. Ludwig Nolte entraba vía Internet a una subasta de tres boletos y decidió retirarse cuando la oferta superaba los 2 mil euros.
Nuevamente fuimos testigos de un fraude más de las muchas agencias que ofrecieron paquetes para viajar a Alemania y acompañar a la selección en los partidos de la primera ronda. Este grupo de ocho personas pagó 4 mil 800 euros sin haber recibido hasta ahora boleto alguno y teniendo inclusive que pagar su hospedaje durante los dos últimos días.
Como bien dicen que la esperanza muere al último, es considerable el número de aficionados que se abocan al próximo destino de la selección mexicana.
Reconocido a lo lejos por un grupo de aficionados, el técnico argentino Ricardo La Volpe fue despedido con insultos.
Cuando respondía preguntas de la prensa, seguidores del Tricolor lo reconocieron y empezaron a ofenderlo.
"La Volpe, ch... !" fue el primer grito del público, que estaba ubicado a unos 30 metros arriba del lugar tras un enrejado, voz que se escuchó a la perfección a la distancia, mientras el timonel daba su discurso sobre los errores cometidos hoy para cargar con el revés ante los lusos.
Unos instantes más tarde se unió al espectador un grupo numeroso que dejó sentir su malestar con el estratega, a
quien le dijeron en coro una tradicional porra que entonan seguidores del equipo Pumas:
"¡Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, eso no es un técnico, es...!".
Los cánticos prosiguieron y acompañaron a La Volpe en su camino por el laberinto especial que la FIFA dispuso para que los jugadores atendieran a la prensa rumbo al camión en que el equipo regresó hoy mismo a su centro de concentración en Goettingen.