Observó el juego contra Portugal en Los Pinos

"Que sigan los éxitos", mensaje de Fox al Tricolor

ROSA ELVIRA VARGAS

El presidente Vicente Fox volvió a fallar, y fiel a su costumbre de opinar a contracorriente felicitó a la selección mexicana luego de su derrota ante Portugal.

"Que sigan los éxitos'', deseó el mandatario al Tri cuando terminó un partido que había pronosticado con resultado de 2-1 para los locales. Y en rigor fue exacto, pero en sentido inverso.

Como dicen los clásicos, a lo largo de 90 minutos el jefe del Ejecutivo no tuvo tranquilidad. Con el tempranero gol portugués todo se convirtió en nervios para un Vicente Fox que ayer bailó, brincó, chifló, gritó, azotó en el suelo uno de esos "aplaudidores'' de plástico; lo rompió, se hizo de otro y en algún momento, desesperado ya, le dio un matracazo en la cabeza a Martha.

Era la desazón plena. La que lo llevó literalmente a mentar madres con el típico movimiento del brazo en alto echado hacia atrás en alguna jugada fallida de gol, y que luego no tuvo ningún reparo en repetir cuando el clavadista Rommel Pacheco le comentó muerto de risa que los fotógrafos le pedían volviera a hacer esa seña.

Un auténtico bar lounge

Dispuesto el salón Manuel Avila Camacho de Los Pinos como un auténtico bar lounge -butacas blancas en torno a mesas con centros decorados con banderitas mexicanas sostenidas por arena- y cinco pantallas de plasma, el mandatario y su esposa se rodearon de deportistas y reporteros para dar rienda suelta a su pasión futbolera.

Y claro, también a su inveterado placer por ser recogidos en las imágenes fotográficas y de televisión, pues para los reporteros gráficos sólo se dispuso de una tarima a la derecha de la pareja y, desde ahí, consignar cada uno de sus movimientos. O sea que para ellos, como siempre ocurre en Los Pinos, se dispuso que estuvieran de pie y sin comer.

Ataviados con playeras de la selección mexicana, Martha Sahagún lució durante el primer tiempo una que llevaba su apellido en la espalda, el número uno, y el logotipo de Coca Cola en la parte inferior.

Ya después se colocó encima otra con el logo de Nike, al parecer de las llevadas por Nelson Vargas, presidente de la Comisión Nacional de Cultura, Física y Deporte (Conade), uno de cuyos vástagos, Guillermo, martirizó al respetable convocado a Los Pinos, con su insufrible trompeta.

A medida que avanzaban los minutos y aquello no se componía para la causa mexicana, el presidente Fox trataba de infundir y darse ánimos.

Cuando se marcó el penal brincó de su silla -ésta sí con respaldo- y bailó. Hizo ademanes de que el empate era un hecho. Y en esa misma magnitud se dio su decepción ante el fallido tiro de Omar Bravo.

Pero no claudicó. En el intermedio se acercó a los hermanos medallistas en taekwondo Oscar e Iridia Salazar y les preguntó optimista: "¿cómo ven? Sí empatamos, ¿verdad?''. Y así lo repetía ante las grabadoras y hasta hacía pronósticos sobre los próximos rivales de la selección.

Al final, el presidente, cómo no, pidió el micrófono para felicitar a los futbolistas y a su técnico La Volpe (con énfasis en el "La'', por aquello del olvido reciente).

Jugaron con "garra'', aunque "la suerte no nos favoreció en esta ocasión'', pero como -¡oh consuelo!- Angola e Irán empataron, México, anunció Fox, "pasa a octavos de final".

Y si los chicos de La Volpe, confió de nuevo, "juegan así, seguramente vamos a ver buenos resultados hacia delante''. Ya vendrán los goles, se animó.

Por lo pronto, cerró Fox: ''Mucha suerte, muchas felicidades y que sigan los éxitos''. ¿Cuáles?, se preguntaban sus invitados.