El árbitro
El pánico que se ha apoderado en el equipo de Los Pinos ante las evidencias de que van a perder las elecciones es hoy el único riesgo ante el que se encuentra el país.
1. Las elecciones presidenciales de México de 2006 oficialmente se desarrollan en un marco electoral democrático, pero en los hechos el escenario es el mismo que prevaleció en la segunda mitad del siglo XX, y que ha supuesto que para vencer un candidato y una fuerza política deben imponerse a la maquinaria electoral fraudulenta del régimen, como está siendo el caso.
2. El cambio fundamental que hay en materia electoral es que la correlación de fuerzas se ha modificado en el curso de las dos décadas pasadas, y que frente a una maquinaria electoral fraudulenta oficial, como la que ha encabezado Vicente Fox en su pretensión de imponer a Felipe Calderón en la silla presidencial y de asumirse árbitro de los destinos nacionales, existe un pueblo ciudadano más consciente y mejor organizado que en el pasado, que ha resistido a todas las presiones ilegítimas e ilícitas de la llamada guerra sucia orquestada desde Los Pinos, tanto en dependencias oficiales como en empresas privadas, y, sobre todo, en los medios, para desacreditar a Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Por el Bien de Todos, y conminar a los mexicanos a votar por el PAN y el continuismo.
3. En los meses críticos que van de 2004 a 2006, muy amplios sectores han tomado conciencia de que la turbia coalición de intereses que se ha apoderado del aparato de Estado, y que pretende imponer a Calderón, lo que busca en el fondo es seguir disponiendo de los recursos de la nación en detrimento del pueblo. La alianza pactada por Carlos Salinas y Vicente Fox en nombre de un grupo de seudo empresarios corruptos, entre los que se encuentran ellos y sus familiares, y ahora se sabe que también Felipe Calderón y su cuñado incómodo, Diego Hildebrando Zavala, y que incluye a foxistas, panistas, salinistas y yunquistas, para seguir disponiendo del país, es vista ya por una clara mayoría como el principal obstáculo para que México pueda buscar una vía de transformación sobre otras bases económicas y sociales.
4. La pretensión fraudulenta de Salinas y de Fox de inhabilitar a López Obrador en 2004-2005 por la vía del desafuero y de acusaciones penales imaginarias, sólo logró mayor descrédito del gobierno foxista y de los medios de comunicación masivos y contribuyó a una mayor concientización de los mexicanos, y la guerra sucia calderonista de 2006 ha hecho otro tanto.
5. El fraude electoral ha tenido históricamente dos vertientes: las presiones ilícitas a los votantes, configuradas por la guerra sucia en los medios, la compra de votos y las amenazas a los votantes en su sitio de trabajo, y la de las manipulaciones al padrón y a la votación, que parece estarse preparando. Y ese es el riesgo que vive México hoy: que ante el fracaso rotundo del operativo mediático de Fox y de Televisa para confundir y amedrentar a los mexicanos, que se evidencia incluso en las recientes encuestas electorales que se publican antes de la jornada electoral, los sectores más duros de la coalición foxista-salinista, coordinados por Ramón Muñoz desde Los Pinos, y contando con la complicidad del Consejo General del IFE, estén poniendo en marcha una serie de operativos fraudulentos, que ya se han denunciado en la prensa escrita, y que si en principio parecen destinados al fracaso por la madurez política del pueblo mexicano, no dejan de entrañar riesgos.
6. El ya famoso artículo de Robert Kennedy Jr., reproducido en La Jornada (18/6/06), documenta que en Estados Unidos, el país que constituye el modelo "democrático" de panistas y salinistas, el Partido Republicano instrumentó un amplio fraude en 2004, "una campaña masiva y coordinada para subvertir la voluntad del pueblo" -dice-, a fin de lograr la relección de George W. Bush, y que estuvo sustentado en el rasurado del padrón, anulación de votos válidos, alteración de las urnas y utilización de medios cibernéticos, y en México hay evidencias de que el grupo de Los Pinos en estrecha colaboración con el equipo de Calderón está trabajando en ese sentido.
7. Las posibilidades de triunfo del abanderado de Acción Nacional son tan remotas, a pesar de esto, que "el escenario apocalíptico" de supuestas protestas de izquierda a partir del 3 de julio por el resultado de las elecciones, que han planteado el gobierno y Televisa, y del cual se hacía eco Héctor Aguilar Camín (suplemento especial de Milenio Diario), no aparece más que como un nuevo y torpe ardid de la coalición foxista-salinista para tratar de confundir y amedrentar a los mexicanos, pues los únicos que podrían protestar y objetar los resultados serían los panistas.
8. La designación que hizo Vicente Fox del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas como encargado de los festejos oficiales conmemorativos, tanto del inicio de la Revolución de Independencia de 1810 como de la Revolución Mexicana de 1910, y que se verificarán hasta 2010, por lo que es en extremo anticipada, y la aceptación que hizo éste de dicho nombramiento (20 de junio), en lo que constituye un gravísimo error político, han suscitado en este contexto previo a la jornada electoral, caracterizado por la desesperación de Fox y de Calderón ante las evidencias de que van a perder las elecciones, una serie de inquietudes. No nada más porque Cárdenas acepte, perdiendo toda compostura, un cargo oficial de Fox, o por el hecho de que dicho nombramiento es legalmente inexistente, ya que en México es el Congreso y no el Ejecutivo el que puede crear este tipo de cargos y de comisiones, sino por la interpretación que están dando al asunto sectores vinculados con el gobierno.
9. Algunas voces de la derecha salinista y del PAN están expresando ya que este nombramiento constituye una evidencia más de que Fox está convencido de que AMLO triunfará el 2 de julio y de que, ante esta hipótesis, el gobierno busca que Cárdenas pueda servir a los actuales intereses dominantes desde esa posición, actuando lo mismo como una supuesta "autoridad moral" y como "intérprete último de la Revolución Mexicana" para censurar al futuro gobierno de López Obrador, que como un enlace de los intereses económicos y políticos de Fox y de Salinas con el nuevo gobierno. Pero también, dicen, para que en la eventualidad poco probable, en la que aún sueñan muchos, de que la elección fuese cerrada y pudieran prosperar las manipulaciones fraudulentas y crearse un escenario confuso, Cárdenas en nombre de "la legalidad" y de la tesis de que "hay que evitar un derramamiento de sangre", pudiese fungir desde esa posición simbólica en favor de quienes se han apoderado del país.
10. Las evidencias que hay son, sin embargo, en el sentido de que elecciones del 2 de julio van a ser tranquilas, no obstante las oscuras manipulaciones del régimen, y de que el pueblo mexicano va ese día a enviar a Salinas y a Fox al basurero de la historia, y junto con ellos a Felipe Calderón, quien no ha sido más que su dócil instrumento.