Usted está aquí: viernes 23 de junio de 2006 Economía México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

Gatopardiana financiera

Se reducirá la deuda externa aumentando el débito público interno

Ampliar la imagen Preparativos en el Palacio Legislativo de San Lázaro para el sexto y último Informe de gobierno del presidente Vicente Fox, así como para la toma de posesión del nuevo presidente de la República Foto: Notimex

Con bombo y platillo -discurso presidencial incluido- el gobierno federal anunció que pagará deuda pública externa contratada con el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial anticipadamente, en una operación que involucra 7 mil millones de dólares, lo que a primera vista resultaría atractivo porque, según el inquilino de Los Pinos, "se obtendrán importantes ahorros a valor presente".

Los "peros" surgen cuando se conoce el mecanismo ideado: para reducir el débito externo en 7 mil millones de dólares, el gobierno federal incrementará la deuda pública interna en esa misma cantidad, de tal suerte que el nivel de endeudamiento no se modificará en lo absoluto, o lo que es lo mismo, se cambia para que todo siga igual, amén que el "importante ahorro" se aproxima a 57 millones de dólares, algo así como el 0.0003 por ciento de los intereses que por concepto de deuda pública cubrirá el gobierno federal sólo en 2006.

Con el mecanismo propuesto, de acuerdo con la cifras de la propia Secretaría de Hacienda, la deuda pública interna pasará de 118 mil a 125 mil millones de dólares, mientras el débito con organismos financieros internacionales pasará de 13 mil 376 a cerca de 7 mil millones de dólares, y la deuda pública externa (reconocida como tal) se estacionará en 50 mil millones de billetes verdes. Con o sin amortización adelantada, el saldo de la deuda pública (doméstica y foránea) no se mueve un centavo. En todo caso, el BID y el Banco Mundial son los que sacan raja de esta operación, porque los mexicanos seguirán pagando lo mismo.

En resumidas cuentas, el anuncio de ayer no es otra cosa que una suerte de trueque, de permuta, de una deuda por otra que a final de cuentas suma los mismos 175 mil millones de dólares que se pagarán con recursos públicos, por mucho que el inquilino de Los Pinos quiera presentar la operación como "muestra de que el manejo prudente y eficaz de la economía rinde buenos frutos" (¿con 1.8 por ciento de "crecimiento" anual como promedio?).

El subsecretario de Hacienda, Alonso García Tamés, explicó así la operación: para realizar este pago anticipado por 7 mil millones de dólares, el gobierno federal va a adquirir una cantidad equivalente de reservas internacionales del Banco de México. El financiamiento que se requiere para realizar esta adquisición provendrá de una colocación de títulos que se realizará en el mercado local de deuda. De esta manera continuamos disminuyendo la vulnerabilidad de las finanzas públicas ante cambios adversos en las condiciones de los mercados financieros internacionales.

La cantidad de deuda que tiene el gobierno federal contratada con organismos financieros internacionales es de 13 mil 376 millones de dólares y prácticamente está dividida en partes iguales entre el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Producto de esta colocación, lo que hacemos es aumentar el monto de deuda interna a 125 mil millones de dólares; reducimos la deuda externa contratada con los organismos financieros internacionales que pasa de ser 13 mil millones de dólares a ser únicamente 7 mil millones de dólares.

Esta amortización adelantada se enmarca en las operaciones que ha venido realizando la Secretaría de Hacienda para fortalecer la estructura de la deuda pública y reducir el costo financiero. Y por ello es importante mencionar que una vez realizada esta operación, la deuda externa del gobierno federal como porcentaje del total, va a pasar de 32.5 por ciento a 28.5 por ciento; el saldo de la deuda interna crece de 67.5 a 71.5 por ciento, y el saldo total de la deuda permanece sin cambios.

Las cifras de Hacienda indican que la deuda externa del sector público pasó de 77 mil 661 millones de dólares el primero de diciembre de 2000, a 64 mil 187 millones al cierre de marzo de 2006, una reducción de 17 por ciento, equivalente a 13 mil 474 millones de dólares.

De igual manera, la deuda interna del gobierno federal pasó de 573 mil 788 millones a un billón 222 mil 749 millones de pesos en el mismo lapso, es decir, un crecimiento cercano a 113 por ciento en el periodo, o lo que es lo mismo de 648 mil 962 millones.

Si por una parte el gobierno federal reduce la deuda pública externa en poco más de 13 mil millones de dólares, y por la otra incrementa el débito interno en cerca de 60 mil millones de dólares (dejando a un lado otro tipo de endeudamientos), entonces el balance es negativo, porque en sus casi seis años de estancia en Los Pinos el débito total creció en aproximadamente 47 mil millones de dólares, lo que no resulta nada grato, en especial porque se siguió el caminito tradicional: contratar deuda para pagar deuda.

Las rebanadas del pastel:

La propaganda electorera del Consejo Coordinador Empresarial tiene nombre y apellido: Claudio X. González, quien se retuerce ante la posibilidad de que, tras cuatro sexenios consecutivos de estancia, lo saquen a patadas de Los Pinos... "Nunca descalifico las encuestas", decía Feliproa allá por abril; ayer rechazó opinar sobre las encuestas en las que "no estoy en primer lugar".

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