La temprana ventaja de Croacia despertó la llama de la esperanza
Australia entra a la historia de los mundiales por la puerta del empate
El duelo fue ríspido; los vatreni terminaron con nueve elementos
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Harry Kewell delantero de Australia fusiló a quemarropa al arquero Stipe Pletikosa, a cinco metros del arco, ante el inútil esfuerzo del defensa croata Darijo Srna
Foto: Ap
Stuttgart, 22 de junio. Australia se clasificó la noche del jueves para jugar con Italia en octavos de final de la Copa del Mundo, al eliminar a duras penas a Croacia con un empate a 2 goles en un intenso partido jugado a vida o muerte, con el que cerraron las acciones del grupo F.
Los croatas se habían puesto en ventaja con un soberbio tiro libre ejecutado por Darijo Srna, en el minuto 2, desde un ángulo sesgado para sacudir las redes del arco de Zeljko Kalac.
La reacción llegó cuando el defensa Craig Moore igualó con un tiro penal, a los 38 minutos, en el estadio de Stuttgart, tras una ingenua mano cometida dentro del área por el defensa Stjepan Tomas.
A los 56 minutos de tiempo corrido el volante Niko Kovac hizo una vistosa jugada en la puerta del área grande, desacomodó a un defensor y sacó un remate no muy fuerte en dirección al cuerpo del portero Kalac, a quien se le escapó el esférico que rodó lentamente dentro del marco que protegía.
Pero un centro, de los tantos que lanzaron los del país de los canguros, al corazón del área croata dejó el balón servido a Harry Kewell, quien sólo fusiló a quemarropa a Pletikosa a cinco metros del arco, en el minuto 79.
El croata Darío Simic fue expulsado por protestar al minuto 85, al igual que vio la tarjeta roja el defensa Brett Emerton, a los 87 y otro croata, Josip Simunic, al 90, en un nervioso cierre de un encuentro jugado a todo o nada, sin ninguna concesión para ningún bando.
Los vatreni croatas (llenos de fuego) habían quemado las naves desde el comienzo del encuentro con el propósito de no desaprovechar la última oportunidad de mantenerse con vida en el torneo.
Las acciones empezaron a disputarse cada vez con mayor severidad en los últimos momentos del cotejo, por eso los nervios traicionaron a los jugadores de ambos cuadros y empezaron a surgir las tarjetas de amonestación, que se convirtieron en rojas para quienes ya tenían alguna advertencia.
De esta forma Australia entró a la historia de los mundiales al clasificarse a la segunda ronda al terminar como segundo de su sector, con cuatro unidades, debajo de los pentacampeones del orbe, Brasil, que al dar cuenta de Japón se irguió en la cima del grupo con 9 puntos.