Irán, sin entrenador ni federativos
Serbia y Montenegro se disuelve como equipo y país
Belgrado/Berlín, 22 de junio. Serbia y Montenegro tuvo un "triste final" con "otra desgracia" en su historia como selección conjunta, al perder 3-2 ante Costa de Marfil en su último partido en el Mundial 2006, lamentaron hoy los diarios de Belgrado.
"Triste final", "Hierro viejo", "Hundido en la Costa", fueron algunos de los titulares de despedida que la prensa dedicó a su selección en el último torneo que disputarán como un solo equipo.
Serbia y Montenegro, último heredero de la antigua Yugoslavia, jugarán a partir de ahora bajo banderas separadas, al decidir los montenegrinos en un referéndum su independencia. El conjunto dirigido por Ilija Petkovic, se despidió de Alemania sin un solo punto y tras haber recibido 10 goles, 6 de ellos ante Argentina.
No sólo el país, sino el equipo entero terminó desmembrado. "Puedo decir muchas cosas y lo haré cuando me haya enfriado un poco", dijo el capitán Savo Milosevic, el veterano ex delantero del Osasuna, quien concluyó su carrera profesional con 101 partidos de selección.
El debutante Costa de Marfil, encantó a los simpatizantes por su estilo de ataque, y la mayoría de los espectadores en Munich, muchos de ellos vestidos de naranja, aclamaron a los africanos este miércoles tras su única victoria del torneo, ante los serbomontenegrinos.
Los jugadores también estaban contentos, pero el entrenador Henri Michel, quien dirigió a su cuarto equipo en un Mundial -y se despedirá del mismo-, consideró que no deberían estar tan satisfechos, pues "si quieren llegar al máximo nivel en 2010, deben trabajar muy duro".
El futbol de Irán, que fracasó en su intento de conseguir al menos un triunfo, se quedó con la necesidad de buscar una nueva dirigencia. Mientras el entrenador, Branko Ivanovic, dijo que buscaría nuevos desafíos, el presidente de la federación iraní fue despedido.
Si los jugadores iraníes quedaron decepcionados, su partida ayudó a dar por concluido un potencial conflicto político, El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, quien había insinuado que visitaría el Mundial, enfrentó manifestaciones en contra en todo Europa por su postura antisemita.