PENULTIMATUM
Desolador final
TODAVIA SE RECUERDA gratamente en Barcelona y Madrid la exposición Cosmópolis, Borges y Buenos Aires, parte de un ciclo sobre las ciudades y sus escritores organizado por el Centro de Cultura Contemporánea de la capital catalana. La precedieron el Dublín de Joyce, la Lisboa de Pessoa y la Praga de Kafka. Manuscritos, audiovisuales, fotografías y libros personales del autor de Ficciones configuraron esta muestra que fue vista por miles de espectadores. En su oportunidad, la viuda del escritor dijo que ''nada puede lograrse sin lo que Borges consideraba el asombro y la pasión y es a través de estos conceptos que la exposición llegó a la perfección".
EL ELOGIO FUE merecido: en siete secciones se ofreció abundante material documental con más de 450 piezas originales, entre las que destacaban 50 primeras ediciones de Borges y 70 libros de su biblioteca particular con notas personales. No faltaron los manuscritos, destacadamente el conocido cuento El Aleph, varias cartas personales y las entrevistas que regaló a la televisión. Los fragmentos de las entrevistas fueron dispuestos en la pantalla sobre un tablero de ajedrez en el que el escritor argentino juega consigo mismo. Además, por medio de un audiovisual de seis minutos, la exposición se adentró en uno de sus poemas más famosos: Fundación mítica de Buenos Aires, la ciudad porteña con la que Jorge Luis Borges se rencontró a su regreso de Europa y en la que, antes de cumplir 30 años ya había escrito sus siete primeros libros, fundado tres revistas y sido colaborador estrella en una docena de publicaciones.
NO SE OLVIDO en la exposición la relación de Borges con sus colegas: Macedonio Fernández, Rafael Cansinos y Xul Solar, las únicas personas que el autor de El libro de arena consideraba auténticos genios. Tampoco la referencia a La biblioteca infinita. Para ilustrarla se armó una instalación con espejos que alude a la biblioteca de Babel. Para Borges, la biblioteca podía ser un paraíso o un infierno, pues ''nuestro afán de conocimiento nos ha servido de muy poco visto como está el mundo". La muestra remató en Cosmópolis, donde se dejó en claro que para Borges ''es buena la idea de ser ciudadanos no sólo de una pequeña parcela del mundo, que cambia según las convenciones de la política y según las guerras, sino de sentir todo el mundo como nuestra patria".
EXTRAÑA QUE, DADO los nexos que nuestras autoridades culturales presumen tener con el resto del planeta, perdieran la oportunidad de traer a México la serie de exposiciones sobre las ciudades y sus escritores. Por ejemplo, para celebrar la apertura de la cuestionada megabiblioteca Vasconcelos y recordar dignamente los 20 años de la muerte de Borges.
LA DECLARACION DE LA SEMANA: ''Lo que nos espera de aquí al final de la era de Vicente Fox se ve desolador. Y luego viene la incertidumbre de las elecciones. Tendríamos que esperar de nuestro gobierno a alguien responsable, es patético lo que tenemos. Uno pierde la fe en el Presidente cuando ves cómo habla Fox": Diego Luna, actor.