Elecciones y abstención
Dentro de algunos grupos que se consideran a sí mismos como de izquierda, se promueve, en diferentes formas, abiertas o encubiertas, la abstención en las elecciones del próximo domingo 2 de julio. A veces el planteamiento es directo; otras, está implícito, por ejemplo cuando se dice que las elecciones son un circo. Dicho en medios de izquierda, cada ciudadano de izquierda que deje de votar es un punto a favor de la derecha. Aunque ese ciudadano pueda sentirse muy revolucionario, quien se lo agradecerá será el PRIAN, la derecha política.
Ahora, no hay medias tintas. Podrá haber, formalmente, oficialmente, más candidatos. Pero votar por uno de éstos, en la presidencial, es casi equivalente a la abstención. Por eso se habla del voto útil. ¿Queremos más PAN, más Fox, más derecha, más familiares con jugosos contratos, más reacción? Si no, la forma real de pararlos es votando por López Obrador.
Se dice que AMLO es igual que los demás. Vamos a mostrar algunas diferencias, a partir de experiencias recientes y las soluciones defendidas por cada quien:
Como vemos, las diferencias son enormes. Y podemos agregar otras cosas que hace la derecha y que podemos derrotar en esta elección: intervención gubernamental en la vida interna de los sindicatos; descuido de las condiciones de salud de los trabajadores en trabajos riesgosos; violación del derecho de huelga; insuficiencia del gasto en la educación pública superior e investigación, y muchas más.
Entonces, estamos ante una elección con dos proyectos contrapuestos, que a estas alturas se expresan, cada uno, por medio de un solo candidato.
Todos debemos acudir a votar y, por supuesto, hacerlo por el candidato del proyecto alternativo.
Es más, uno de los resultados de las recientes encuestas es que Madrazo quedó irreversiblemente afuera. Y eso aumenta las posibilidades de que muchos priístas voten por López Obrador.