Fue un festival para el germano Lukas Podolski, quien metió los dos goles a Suecia
Con gran ansiedad ofensiva, Alemania consigue su pase a los cuartos de final
La suerte dio la espalda a los suecos: perdieron un hombre al minuto 35 y fallaron un penal
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Lukas Podolski (izquierda) celebra con Miroslav Klose el segundo gol de la selección teutona. Alemania enfrentará ahora a Argentina en la siguiente fase
Foto: Ap
Munich, 24 de junio. Alemania se abrió paso hacia los cuartos de final con un firme 2-0 ante Suecia, mostrando un juego de equipo contundente, con una gran ansiedad ofensiva y muy pocas fallas en la defensa.
El partido, jugado ante un colmado estadio de Munich con 66 mil espectadores, fue un verdadero festival para el delantero teutón Lukas Podolski, autor de los dos tantos.
Podolski -de origen polaco- fue el jugador ovacionado por la frenética hinchada alemana, luego de los goles marcados a los cuatro y 12 minutos del primer tiempo, respectivamente.
Los suecos perdieron a Teddy Lucic por doble amonestación al minuto 35, mientras Henrik Larsson falló un penal a los ocho de la segunda parte.
Alemania demostró hoy que se ha convertido en una máquina dispuesta a arrollar a cualquier rival que se le presente desde el inicio mismo del partido.
Con Suecia fue el tercer choque, de los cuatro que ha disputado en el torneo, en el que logró un gol tempranero, de esos que tranquilizan, aplacan la presión y permiten jugar con soltura.
A los cuatro minutos, en el primer ataque serio de los alemanes, Miroslav Klose se metió en profundidad; el portero sueco Andreas Isaksson logró tapar, pero el rebote llegó al pie derecho de Podolski para el 1-0.
Segundos después, sin haber terminado de celebrar su segundo gol de este campeonato, se encontró de nuevo con la pelota, esta vez a 22 metros de la portería, pero su trallazo salió apenas desviado. Era otro aviso para de-cir que iba a ser su tarde.
La confirmación no demoró en llegar. Fue a los 12 minutos, cuando Klose -el delantero más peligroso de Alemania, con cuatro goles hasta ahora- recibió al borde del área y se llevó a tres defensores suecos abriendo el espacio para que Podolski aprovechara con un zurdazo impecable. Era la explosión definitiva del delantero de 21 años, uno de los descubrimientos del técnico Juergen Klinsmann.
El poderío alemán siguió. De hecho, tuvo incontables oportunidades de aumentar el marcador en el primer tiempo: escapes de Klose; disparos de media distancia de Ballack, Torsten Frings y Bastian Schweinsteiger o zurdazos del propio Podolski...
Todos salieron apenas desviados o arañados por el portero sueco, Isaksson, sin duda el mejor de su equipo.
La táctica
La clave del equipo alemán fue una vez más el esquema táctico planteado por el técnico Klinsmann, que sorprendió a los suecos. Formó un 4-2-2-2, con Ballack muy retrasado junto a Frings, con una gran disciplina en la tarea de contención, no de creación, que recayó en Schneider y Schweinsteiger. Y arriba, el peligro generado por Klose y Podolski fue constante.
La fortuna favoreció a los alemanes y se ensañó con los suecos, que a los 35 minutos se quedaron con 10, por la doble amonestación del defensor Lucic, una decisió puntillosa del árbitro brasileño Carlos Simon.
El ánimo de los suecos terminaron de desvanecerse en la segunda parte, cuando Larsson, delantero del Barcelona, fue empujado por Per Mertesacker en el área y Simon señaló penal.
De la ilusión de acercarse, Suecia pasó a la depresión: Larsson mandó el penal a las nubes. Fue una tarde desafortunada para la cotizada delantera sueca, integrada por con Ibrahimovic, Larsson y Ljungberg, hoy muy opaca.
Alemania decidió administrar el resultado, con la confianza de que el rival no los inmutaría y pensando ya en el próximo rival, dentro de seis días, en Berlín.