Astillero
Votön d' mweztra
Lo nacional, a partir de un distrito
Problemas electorales, ¿por intención?
Por razones específicas que se explicarán más delante, esta columna eligió el distrito 25 de Iztapalapa para valorar los trabajos de organización y capacitación del IFE rumbo a los comicios federales ya en puerta. Los resultados son preocupantes: el aparato burocrático del instituto pareciera actuar con línea para sembrar puntos de discordia: empecinamiento sospechoso para tratar de impedir que se instalaran casillas especiales (que finalmente se establecerán), inestabilidad laboral del personal burocrático, desatención y confusión respecto a los ciudadanos que se encargarán de las casillas ordinarias. La mayoría de los consejeros ciudadanos de ese distrito consideraron incluso la posibilidad de renunciar públicamente, luego que desde el 29 de marzo pasado denunciaron "enfrentamientos" con los funcionarios del IFE asignados a ese distrito, lo que esos consejeros entendieron como "una provocación y un claro conflicto que pone en entredicho la institucionalidad, violentando los principios del IFE e incluso el proceso electoral" (informe entregado por los consejeros a Ignacio Ruelas Olvera, consejero presidente del Consejo Local del instituto en el DF).
Algunos consejeros de distintos distritos electorales capitalinos que platicaron con el autor de esta columna se preguntaron si tanta ineficacia y prepotencia corresponde a una decisión política de alto nivel que pretende dejar en estado de precariedad la estructura federal electoral para que, en determinado momento, pudieran desatarse conflictos y la jornada comicial pudiese ser descarrilada si así se decidiera. El 4 de junio del presente mes, por ejemplo, consejeros del citado distrito 25 de Iztapalapa advirtieron, en la minuta 13: "nuestra gran preocupación por el alto índice de sustitución de funcionarios de casillas" y porque los directorios de los centros de capacitación para esos funcionarios "carecen de información elemental de referencia; (es decir) si se trata de una escuela, biblioteca, jardín de niños"; en cambio, "en el mayor de los casos, los domicilios de los centros de capacitación se citan como s/n (sin número), sin mayor referencia, lo que puede confundir o desanimar a los ciudadanos".
La dilatada reticencia a instalar casillas especiales se debe a que en Iztapalapa hay una mayoría muy definida en favor del PRD. En el distrito 25 participan votantes de Iztapalapa y de Xochimilco pero, además, "los domingos se instala un mercado de aproximadamente dos kilómetros sobre la avenida de las Torres, en San Lorenzo Tezonco, y en el caso de Xochimilco se observa una gran afluencia de ciudadanos de diferentes regiones del DF y del país, debido a los embarcaderos turísticos y al corredor comercial donde concurre gran número de electores en tránsito". La vocal distrital de organización electoral del IFE, apoyada siempre por el PAN, argumentó que ese "turismo local" no merecía casillas especiales. Finalmente, pero con el germen del descontrol ya instalado, se habrán de instalar dos de esas casillas receptoras de votos.
Asomarse a profundidad , cuando menos a un distrito electoral federal, puede dar indicios de la manera como se está organizando la elección nacional (Astillero tiene un expediente de lo que sucede en el 25 de Iztapalapa. Por ejemplo, a las 19:14 horas del jueves pasado, en 73 casillas -de un total de 403- había una cobertura de entre 60 y 90 por ciento de los funcionarios de casilla, faltando cuando menos uno de ellos en cada una de las 73 mencionadas).
Ahora bien, el distrito 25 de Iztapalapa es particularmente emblemático porque el director del Registro Federal de Electores y el autor de esta columna usaron ese territorio como ejemplo de manipulación de cifras desde las computadoras del IFE. El funcionario reconoció que en ciertas demarcaciones se cometió el inexplicado, y tampoco castigado, error de multiplicar datos del padrón a partir del número de distritos que confluyeran en determinado municipio o delegación (en Iztapalapa eran seis, por eso se habían multiplicado las cifras por ese número, explicó Alberto Alonso y Coria, muy cantarín). El tecleador dijo que eso era una mentira más, porque en el país había muchos distritos en los que no se cumplía esa presunta regla de adulteración que explicaría las enormes fallas del instituto a la hora de contabilizar las bajas en el padrón por duplicación de datos. En el mismo Iztapalapa, en cinco de sus seis distritos, los operadores del IFE sí habían multiplicado "equivocadamente" por seis sus datos originales, pero en otro, el 25, la enigmática multiplicación había sido por 3.95. Siendo una excepción dentro de las explicaciones oficiales que de por sí son una excepción, el distrito 25 podría servir para tratar de entender la manera como se están organizando las elecciones a escala nacional y... sí, en efecto, hay un desbarajuste, ¿intencional, o a causa de una simple y pura ineficacia?
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