Falta de impermeabilización y ventanas con cristales rotos, otros de sus problemas

Abandonadas por la SEP, 3 escuelas de la GAM; tienen mobiliario de 50 años

Se requieren $650 millones para poner al día 650 planteles en la delegación: funcionario

ROCIO GONZALEZ ALVARADO

Distribuidas en un conjunto arquitectónico que data de principios de siglo -primero fue un cuartel y después fue adaptado como convento-, tres escuelas públicas que comenzaron a operar en el centro de la delegación Gustavo A. Madero a mediados de los años 40, sufren el abandono de las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

A unos pasos de la Basílica de Guadalupe y casi frente a la sede del gobierno delegacional, coexisten un jardín de niños y dos primarias, cuyo deterioro es evidente. Problemas de impermeabilización, ventanas con cristales rotos, y mobiliario con más de 50 años sin renovar, son sólo algunas de las deficiencias que enfrentan.

El caso más extremo es el de la escuela Insurgente Morelos 2, cuyos pasillos parecen resbaladillas debido a un inclinamiento del inmueble de alrededor de 40 centímetros, lo que inclusive ha llevado a inhabilitar uno de los salones, por el riesgo que representa para los menores de edad.

María del Rocío López Guerrero, quien hace dos años se desempeña como directora del plantel, comenta que desde que llegó conoció el problema, pero éste tiene mucho más tiempo. "Se arregló un salón para clases de danza y al tratar de nivelar el tableado nos dimos cuenta de la magnitud del declive. Han venido a supervisar el inmueble, pero no tenemos un dictamen que nos diga si es de alto riesgo", comenta.

No obstante, una grieta de unos 10 centímetros de ancho que atraviesa el techo de este plantel, ubicado en la calle de Francisco Campos número 1, y los del entorno, evidencia el deterioro del conjunto escolar, en el que estudian alrededor de mil niños de prescolar y primaria.

A este problema, agrega, se añade el del mobiliario. "Prácticamente de primero a quinto grado es totalmente obsoleto. Algunos mesa-bancos y escritorios deberían ser considerados piezas de museo, por su antigüedad, porque los levantas o intentas moverlos y se les cae la patita", dice.

Cuando se requieren más sillas, cuenta, se recurre al salón de desechos. "Los papás tienen que atornillar, soldar y pintar, sólo así hemos podido cubrir el déficit, porque cuando acudimos a la SEP nos dicen que por el momento no hay recursos, pero que tomarán en cuenta nuestra petición. Metimos un oficio el año pasado y nos hemos tenido respuesta", asegura.

"Es difícil laborar en estas condiciones"

La profesora Leticia Vargas, con más de 20 años de servicio, señala que es difícil cumplir con su labor en estas condiciones. "Efectivamente aquí hay deficiencias en el mobiliario, nos toca trabajar con sillas pequeñas para niños grandes, en muchos casos aún tenemos mesa bancos con dos plazas que junta la silla con la mesa".

"Los niños están incómodos, pero además en las nuevas dinámicas de enseñanza nos piden que los niños socialicen, pero los muebles están tan viejos que no lo permiten", dice al considerar que se privilegia el uso de recursos para programas como Enciclomedia cuando hay necesidades imperantes.

"Deberíamos avanzar al mismo tiempo, está bien que se promuevan estos proyectos, pero es ilógico pensar que los niños no tienen dónde sentarse pero sí tienen una computadora con pantalla. Debe haber prioridades", considera.

José Luis Zavalza, subdirector de Asuntos Educativos de la delegación Gustavo A. Madero, reconoce que la magnitud de deterioro en el mobiliario y la infraestructura de los planteles escolares es tal, que se requerían por lo menos 500 millones de pesos para poner al día las 650 escuelas que se ubican en la demarcación.

El funcionario explica que la administración capitalina tiene la responsabilidad de dar mantenimiento de los planteles escolares, mientras la SEP es la encargada de dotar el mobiliario. Pero, agrega, el problema radica en que la educación sigue bajo la tutela de la dependencia federal, lo que ha derivado en que nadie asuma su responsabilidad al ciento por ciento.

"En el caso de Gustavo A. Madero iniciamos un programa emergente de mejoramiento en los planteles, los rubros más atendidos son el de sanitarios y pintura, pero también prestamos el servicio de transporte escolar y otorgamos becas, y aunque no nos corresponde otorgamos mobiliario en la medida de nuestras posibilidades", señala.

El equipo lo debe atender la SEP, pero sólo le da vueltas al asunto, aduce. "No tenemos en existencia o dirígete a tu coordinación son las respuestas que tenemos cuando hacemos alguna solicitud, y el presupuesto asignado a la delegación no alcanza para todo", argumenta.