Se quedó a deber el quinto partido: De María
El Tri no fracasó, pero otra vez fue lo mismo, dijo Rafael Lebrija
Durante más de seis horas, medio centenar de aficionados esperaron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para brindarle su apoyo a la selección mexicana de futbol, pero fue en vano su esfuerzo.
Fue hasta después de las 19 horas cuando apareció Rafael Lebrija, presidente del club Toluca, quien señaló: "ya es necesario que el futbol mexicano crezca a las alturas que todos esperamos. Ya debería estar peleando por el título y no sólo aspirar a pasar a la siguiente ronda.
Procedente de tierras alemanas, el directivo agregó: "es importante que México de el paso que le hace falta, y en eso vamos a aplicarnos mucho", cuando dentro de unos 20 días se reuna el Consejo Nacional para tomar una decisión al respecto del futuro de la selección.
De lo que Lebrija no quiso adelantar nada fue sobre la continuidad o no del estratega argentino, ya que, dijo, ''primero se analizará el informe que presente y después los directivos tomarán una resolución al respecto''.
Un minúsculo grupo, que después se hizo grande hasta llegar a la centena de niños, jóvenes y adultos, llegó hasta donde estaba Lebrija, quien agregó que los dirigentes "veremos todo lo que se realizó y lo que se dejó de hacer (en Alemania 2006) para tomar la mejor decisión", y aprovechó para considerar que la actuación del Tricolor no fue un fracaso, lo que pasa "es que otra vez fue lo mismo, aunque ahora la afición fue extraordinaria y superó la participación del equipo mexicano", que calificó de "regular".
En una espera "de ida y vuelta" entre las dos salas de llegadas internacionales y ante los gritos de los aficionados de "fuera La Volpe" y "que venga Hugo", el secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, Decio de María, apuntó que "por desgracia se quedó a deber el quinto partido". En tanto que Guillermo Cantú, presidente de la Comisión de Selecciones Nacionales, dijo que debe apostarse por la construcción y no por reinventar todo cada cuatro años, aunque desde luego tampoco se comprometió con una aseveración tajante.