Usted está aquí: martes 27 de junio de 2006 Ciencias Evalúa el rector programa de macroproyectos de la UNAM

Responde a política científica más racional, afirma

Evalúa el rector programa de macroproyectos de la UNAM

EMIR OLIVARES

Si México desea "despegar" en el campo de la investigación y la innovación para ser más competitivo y productivo, "requiere reflexionar sobre las formas en que está organizada la ciencia" en el país, aseveró el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente.

Al encabezar la primera evaluación de los macroproyectos del Programa Transdisciplinario en Investigación y Desarrollo para Facultades y Escuelas, a 10 meses de su puesta en marcha, De la Fuente destacó que esos proyectos intentan responder a una política científica más racional, "acorde con la evolución de las propias disciplinas y de acuerdo con la evolución del resto mundo".

Ayer, los comités externos de evaluación -conformados por docentes de universidades del exterior- dieron el aval a cinco macroproyectos de ese programa que la UNAM ha desarrollado.

En ese contexto, el rector de la UNAM resaltó que estos macroproyectos forman parte de las reformas académicas que se viven en la universidad, por lo que, subrayó, "de su influencia en el campo de la investigación en diferentes rubros dependerá la forma en que adopten las políticas públicas para esa tarea durante los próximos años".

El rector De la Fuente subrayó que están garantizados todos los elementos para que los megaproyectos que se desarrollan en la UNAM continúen, incluido el financiero; destacó que durante los dos primeros años de este plan se asignarán 300 millones de pesos.

Señaló que es esencial impulsar nuevos esquemas y formas de trabajar basados con elementos como la multidisciplina con el objetivo "de salir de la condición aislada en la que se realiza esta actividad en México". Son necesarios planes a mediano y largo plazos, con recursos financieros que aseguren la continuidad.

Dijo que el problema de la investigación y la ciencia en nuestro país es que no se les ha dado el valor social que merecen, ya que no basta la importancia que le otorguen los académicos a esas actividades, sino que se debe persuadir a los sectores políticos, quienes elaboran y aprueban los presupuestos.

Para tal fin, propuso modificar el discurso y buscar estrategias que permitan dar un valor social agregado al trabajo científico.

Dijo que el programa transdisciplinario en investigación y desarrollo para facultades y escuelas se basó en esta propuesta para incorporar elementos adicionales que contiendan de manera simultánea con la importante labor docente.

 
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