Destruye el Ministerio del Interior palestino; extiende la ofensiva a Cisjordania
Arresta Israel a unos 100 miembros de Hamas, incluidos 64 altos funcionarios
Bombardeos dejan sin suministro eléctrico a dos tercios de la población de Gaza
Ampliar la imagen Soldados israelíes juegan cerca de su tanque, que apunta a Gaza. A la derecha, una palestina durante una manifestación en Ramallah contra la ofensiva del gobierno del primer ministro de Israel, Ehud Olmert Foto: Reuters y Ap
Ampliar la imagen Soldados israelíes juegan cerca de su tanque, que apunta a Gaza. A la derecha, una palestina durante una manifestación en Ramallah contra la ofensiva del gobierno del primer ministro de Israel, Ehud Olmert Foto: Reuters y Ap
Ramallah, Viernes 30 de junio. Israel extendió el jueves a Cisjordania la ofensiva que inició el miércoles en la franja de Gaza, arrestando a casi un centenar de dirigentes e integrantes de Hamas, incluidos nueve ministros, lo que hace temer una escalada del conflicto a nivel regional. En las primeras horas del viernes, los ataques aéreos israelíes destruyeron el Ministerio del Interior palestino, en Ciudad de Gaza, en lo que fue el primer ataque israelí contra una estructura del gobierno.
Mientras, continuaba la ofensiva militar israelí sobre la franja de Gaza, Lluvia de Verano, que mantiene asediado ese territorio palestino. Tel Aviv justificó ambas acciones con el intento de rescate de un soldado de 19 años secuestrado el pasado domingo y afirmando que el movimiento Hamas, gobernante en Palestina, está formado por asesinos. Israel rechazó el jueves, además, el acuerdo intrapalestino con el que Hamas podría reconocer la existencia de Israel.
A su vez, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, que lleva a cabo la mediación entre Hamas e Israel, aseguró el viernes que el movimiento palestino aceptó liberar al soldado, pero a cambio de condiciones que son rechazadas por Tel Aviv.
Redada sin precedente
Al menos 64 ministros, diputados, alcaldes y otros altos funcionarios de Hamas fueron arrestados en una redada de magnitud sin precedente, y en otra operación unos 30 activistas de esta organización fueron detenidos, según una responsable del ejército.
"Esta medida fue tomada porque se demostró que Hamas está involucrado en el terrorismo, sobre todo en el ataque del domingo, durante el cual dos de nuestros soldados fueron asesinados y otro secuestrado", explicó la fuente.
Miles de palestinos desfilaron el jueves en Gaza y en Cisjordania para protestar contra la detención por Israel de ocho ministros y decenas de diputados y alcaldes de Hamas.
El jueves por la tarde, unos 3 mil manifestantes se congregaron en la ciudad de Gaza, en un acto organizado por Hamas en apoyo al movimiento. Otras 2 mil personas desfilaron en Rafah, en el sur de la franja de Gaza, mientras los aviones israelíes sobrevolaban el sector a velocidad mayor a la del sonido.
"El soldado está vivo. Está en nuestra casa, devuélvannos a nuestros prisioneros y lo recuperarán", gritaban los manifestantes, que agitaban numerosas banderas verdes de Hamas.
Las fuerzas de defensa de Israel confirmaron haber destruido la madrugada del viernes la sede del Ministerio del Interior palestino en Gaza, sin dejar víctimas, y afirmaron que la intención del ataque era contra la oficina del titular de ese ministerio, Said Siyam, donde Tel Aviv está convencido de que se planean actividades terroristas.
Cazas F-16 israelíes volvieron a lanzar ataques aéreos nocturnos sobre varios objetivos en la franja de Gaza, sin que se reportaran víctimas. Testigos afirmaron que las embestidas se dirigieron a campos de entrenamiento de militantes en el centro y el sur del territorio.
El bombardeo militar israelí del jueves destruyó además el principal transmisor de energía en la zona norte de la región, lo cual, aunado con la previa destrucción de una planta de electricidad, ha dejado sin suministro eléctrico a dos tercios de la población de Gaza. El daño estimado asciende a 20 millones de dólares.
Previamente, medios israelíes aseguraron que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, dio orden de posponer una ofensiva planeada en el norte de la franja de Gaza, por lo que las fuerzas militares israelíes estacionadas en el límite externo de la zona permanecían en sus posiciones, pese a preparativos anteriores para ingresar a la ciudad de Beit Hanoun.
Olmert y su ministro de Defensa, Amir Peretz, aprobaron el jueves la prosecución de la ofensiva contra Gaza y la aplicación de medidas represivas en Cisjordania, según fuentes oficiales.
"No tenemos ninguna intención de reocupar la franja de Gaza, no tenemos ninguna intención de atascarnos en el pantano de ese territorio maldito", reiteró Peretz a periodistas.
Una fuente militar añadió: "carecíamos de una opción distinta para defender a la población israelí", y agregó que Israel no utilizará a los líderes de Hamas como "moneda corriente" para liberar al soldado israelí, Gilad Shalit, secuestrado por activistas palestinos.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, condenó los arrestos y pidió a la comunidad internacional que intervenga urgentemente.
Los responsables de Hamas arrestados serán presentados ante un juez que deberá decidir sobre la prolongación de su detención y de su eventual presentación ante la justicia, indicaron fuentes militares.
Por otra parte, el cadáver de Eliahu Asheri, de 18 años, de la colonia de Itamar (Cisjordania), secuestrado el domingo, fue encontrado la noche del miércoles en Ramallah por el ejército israelí.
Los Comités de Resistencia Popular, un grupo armado que había reivindicado el rapto del colono, afirmaron que lo asesinaron luego de que Israel se negó a cesar su ofensiva en la franja de Gaza. Este grupo también amenazó con matar a Shalit si la ofensiva israelí continúa.
El grupo de los Hermanos Musulmanes, la principal fuerza opositora de Egipto, llamó a los pueblos árabes a "expresar su cólera" ante la ofensiva israelí.
A nivel político, una reunión preparatoria con miras a una próxima cumbre entre Abbas y Olmert fue anulada, anunció la radio militar.
Asimismo, la cancillería israelí rechazó el documento de "entendimiento nacional" palestino firmado por Hamas, a pesar de que es considerado como un reconocimiento implícito de Israel.
"El documento no está destinado de ninguna manera a una paz con Israel, sino a lograr un consenso interno palestino y evitar enfrentamientos", afirmó.
Este texto, elaborado por dirigentes de los movimientos palestinos encarcelados en Israel, estipula "la creación de un Estado independiente en todos los territorios ocupados en 1967 (por Israel) con Jerusalén como capital".
El ministerio destaca que el acuerdo no excluye "continuar los ataques terroristas en Israel", en la medida en que afirma únicamente que la "resistencia" debe "concentrarse" en Cisjordania y la franja de Gaza.
Agregó que el documento no responde a las tres condiciones planteadas al Movimiento de Resistencia Islámica palestino (cuyo acrónimo en árabe es Hamas) para la reanudación de la ayuda internacional: el reconocimiento del derecho a la existencia de Israel y de los acuerdos firmados entre el Estado israelí y los palestinos, así como el abandono de la lucha armada.
En Israel, las críticas fueron más explícitas, sobre todo por parte de la oposición de izquierda y del bloque de diputados árabes israelíes.
El electo Yossi Beilin, del partido Meretz (cinco diputados de un total de 120), pidió públicamente que Israel ponga fin "lo antes posible" a la ofensiva, mientras Ahmed Tibi, de la Lista Arabe Unificada (cuatro diputados), acusó al gobierno de "haber perdido el norte" al detener a los responsables de Hamas.
Activistas palestinos abrieron una brecha con explosivos en el muro de hormigón en la frontera entre la franja de Gaza y Egipto, indicaron testigos el jueves. Estos militantes hicieron un hueco de más de siete metros de ancho en la muralla, ante unas 200 personas.
Tras la explosión, los guardias egipcios y palestinos apostados a ambos lados de la frontera impidieron el paso de civiles.
Miles de personas cruzaron la frontera en los dos sentidos luego de la demolición de una parte del muro, un día después de la retirada israelí de la franja de Gaza, en septiembre de 2005.