El Consejo de Derechos Humanos aprobó también la declaración de pueblos indígenas
Adopta la ONU convención sobre desapariciones forzadas
Ginebra, 29 de junio. El recién creado Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas adoptó hoy por consenso la Convención Internacional contra las Desapariciones Forzadas, cuyos casos a estudiar serán posteriores a su entrada en vigor, conforme a una iniciativa impulsada por Argentina y Francia.
El nuevo organismo también aprobó por mayoría la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, en lo que se consideró un paso histórico en la lucha por el reconocimiento de las garantías de los nativos. Aquí, Argentina se abstuvo -ante la indignación del resto de los países de América Latina-, alegando que faltó el principio de unidad nacional.
En lo que se refiere a las desapariciones forzadas, el canciller argentino, Jorge Taiana, destacó que se trata de un "día histórico" para Argentina, ya que "hemos sido víctimas durante la dictadura militar", y esta aprobación "es parte del esfuerzo decisivo de las organizaciones de derechos humanos" argentinas que buscan poner fin a la impunidad.
El documento, de 26 páginas, llamado Convención internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas, subraya que la "práctica generalizada o sistemática de la desaparición forzada es un crimen contra la humanidad". Obliga a los países signatarios a prevenir y sancionar penalmente "la detención, la encarcelación, el secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad perpetrada por agentes estatales" o grupos vinculados al Estado.
Los firmantes facilitarán una ayuda judicial mutua en los procesos contra los culpables e incluirán "el crimen de desaparición forzada" en sus futuros tratados de extradición. La nueva Convención pasará ahora a la Asamblea General de la ONU para su adopción final, en septiembre.
Uno de los capítulos del documento versa sobre los hijos de desaparecidos robados a sus padres y adoptados, y establece "investigar e identificar a estos niños y devolverlos a sus familias de origen". Durante la dictadura argentina (1976-83), unas 30 mil personas fueron desaparecidas y unos 500 niños fueron arrebatados a sus padres.
En cuanto a a la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, después de 22 años de negociaciones, los integrantes del nuevo ente de la ONU dieron su aprobación por 30 votos en favor, dos en contra -Canadá y Rusia- y 15 abstenciones.
Esta declaración, a ser ratificada por la Asamblea General, reconoce los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de los pueblos indígenas, su derecho a la autodeterminación, a la igualdad, a sus tierras y territorios y al uso de sus recursos naturales.