Tercera jornada del encuentro internacional en defensa de ese patrimonio
México, sin especialización ni infraestructura para sancionar delitos contra la riqueza artística
En el tercer día de actividades del Encuentro Internacional para el Combate al Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, se hizo patente la falta de especialización y la carencia de una estructura adecuada en las instituciones mexicanas responsables de detectar y sancionar los delitos contra el patrimonio cultural.
En contraste, resaltó la labor y la organización de las oficinas especializadas de la FBI (siglas en inglés de la Oficina Federal de Investigaciones), de Estados Unidos, y de la Guardia Civil de España.
Bonnie Magness-Gardiner, gerente del Programa contra Robo del Arte, de la FBI, hizo una exposición detallada de la forma y los criterios con que desarrolla su trabajo.
Indicó que los destinatarios finales de las obras de arte y objetos arqueológicos robados suelen ser los coleccionistas y algunas instituciones, pero aclaró que no en todos los casos éstos saben de la procedencia ilegal de sus adquisiciones.
La funcionaria de la FBI relató el caso de una falda de oro perteneciente a la cultura moche y sustraída ilegalmente de Sipam (Perú). Primero fue llevada a Panamá y de ahí fue trasladada a Estados Unidos en valija diplomática por el cónsul general panameño Francisco Humberto Iglesias, quien en su momento contaba con inmunidad diplomática y actualmente se encuentra prófugo.
Bonnie Magness-Gardiner también refirió el caso de Frederick Schultz, un vendedor de antigüedades en Nueva York, quien fungía como intermediario en la venta de arte robado.
Alfredo José A. Rodríguez Vázquez, de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil de España, señaló que existe un área especializada en la investigación de robo y tráfico ilegal de patrimonio cultural. Dio pormenores de la forma en que está organizada y dio a conocer el perfil de quienes incurren en este tipo de delitos y los itinerarios que suelen seguir las piezas robadas hasta su destino final.
Ausencia de grandes redes criminales
Entrevistado al final de su exposición, Rodríguez Vázquez explicó que aun cuando el tráfico ilícito de bienes culturales ocupa el tercer lugar por el dinero que mueve, sólo atrás del narcotráfico y del tráfico de armas, no es manejado por grandes redes criminales, porque la relación esfuerzo-ganancias no les resulta muy atractiva.
Por parte de México participaron Oliver Arredondo Gálvez, de aduanas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y Ricardo Gutiérrez Vargas, Director General de Asuntos Policiales Internacionales de la Agencia Federal de Investigación.
Cada uno habló de las responsabilidades y trabajos de sus respectivas áreas, pero sobre la cuestión específica del tráfico ilícito de bienes culturales, sólo refirieron brevemente casos específicos, pero dejaron ver que no existe una infraestructura y personal especializado en la materia.