Presentan dos organizaciones queja ante la CNDH
Intimidan a enfermos de sida en hospital del IMSS
Acoso e intimidación padecen derechohabientes al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán que viven con VIH/sida y han denunciado las violaciones a sus derechos humanos, cometidas por médicos y funcionarios de la institución. Así quedó asentado en la queja presentada por dos organizaciones civiles ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Las agrupaciones señalan, en particular, al doctor Russel Rodríguez Sánchez, responsable de la atención clínica a los seropositivos, quien en la consulta mensual de José Maldonado, presidente de la Red de Personas Afectadas por VIH/sida (Repavih), se dedicó a hacer comentarios sobre las actividades de vigilancia ciudadana que realiza Repavih y Derechohabientes viviendo con VIH/sida del IMSS (Dvvimss).
El activista invitó a Rodríguez Sánchez a que hiciera uso de las vías institucionales para realizar ese tipo de observaciones e inclusive si requería de él algún testimonio o respuesta.
Maldonado comentó que el médico le preguntaba sobre los exámenes de genotipo que ha ordenado realizar a varios pacientes del Hospital General de Zona número uno de Mérida, pero en servicios privados porque el IMSS no efectúa ese tipo de pruebas.
Dicho examen está indicado en las personas que padecen VIH y ya han desarrollado resistencia a varios antirretrovirales. Ese fue el caso de Mario, quien luego de practicarse el estudio recibió de Rodríguez Sánchez la indicación de una nueva terapia.
En la queja presentada al delegado del IMSS en Yucatán, el afectado aseguró haber escuchado una plática entre Rodríguez Sánchez y otro especialista en el tratamiento del sida. Este último señalaba el error cometido por Rodríguez en la prescripción de la terapia para Mario.
En tanto, la queja de José Maldonado ante la CNDH señala que el día de su consulta médica con Rodríguez Sánchez, el pasado 15 de junio, el médico estaba acompañado en su consultorio por tres residentes y pretendía que estuvieran durante la consulta.
Maldonado se opuso a esa situación, principalmente porque no se le había pedido su consentimiento, como establecen la normatividad sanitaria, el Reglamento de Servicios Médicos de Infectología y acuerdos suscritos por Repavih y el IMSS de Yucatán.
Debido a que no se pusieron de acuerdo, Rodríguez Sánchez llamó a Rosalía Sánchez, jefa de la División de Medicina Interna, quien llegó acompañada por otro médico que dijo ser el subdirector del hospital, pero se negó a identificarse. Los tres, de bata blanca, se empeñaron en que los médicos residentes podían presenciar la consulta médica, lo que para Maldonado representaba la violación de su derecho a la confidencialidad y se sumaba a la serie de actos de intimidación y acoso que han sufrido los seropositivos que se atienden en el Hospital General de Zona número uno de Mérida, aseguró.