Usted está aquí: domingo 2 de julio de 2006 Cultura Es importante rescatar el espíritu que animó la Ruta de la Amistad: Melehi

El escultor, presente en la reinauguración de su obra Charamusca africana

Es importante rescatar el espíritu que animó la Ruta de la Amistad: Melehi

Hace treinta y tantos años había una preocupación por acercar a los pueblos, señala

ARTURO JIMENEZ

Ampliar la imagen El artista, junto con su obra en plena labor de restauración Foto: Yazmín Ortega Cortés

Inaugurada en 1968 y luego de casi 40 años de sobrevivir al crecimiento urbano del sur de la ciudad, la obra Charamusca africana, del escultor marroquí Mohamed Melehi, fue reinagurada con la presencia del autor en días pasados, luego de un proceso de restauración.

Ubicada en la estación 17 de la Ruta de la Amistad, al final de Periférico Sur, entre la Glorieta de Vaqueritos y el Canal de Cuemanco, del lado de Acoxpa, la Charamusca africana luce ahora en toda su blancura, mientras la estructura de hierro de la que emerge fue pintada de rojo, como parte de la restauración, apoyada por la Fundación Recycling Planet.

Esa obra ondulante de ese proyecto cultural de las Olimpiadas de México 68, bautizada como "charamusca" por los trabajadores, que consideraron que se parecía al dulce mexicano del mismo nombre que se usa como amuleto, fue levantada mediante un armazón interno de metal y un recubrimiento de concreto.

"Cuando a un escultor o pintor se le pide realizar una obra, cada quien la hace según su propio alfabeto. Yo trabajaba en Marruecos, utilizando el motivo de la ondulación, que vertical puede ser una llama, el fuego, y horizontal el oleaje, el agua, dos símbolos importantes. La escultura también refleja un mensaje sensual, pues las curvas pueden ser como un cuerpo humano que se desarrolla en el espacio."

Así comenta en entrevista sobre su escultura Mohamed Melehi, escultor y pintor que no visitaba México desde aquel año simbólico de 1968, y, al pie de la Charamusca africana, agrega acerca de su estructura cúbica formada con travesaños de hierro.

"Añadí esa estructura metálica para utilizar el elemento industrial y fuerte. Es como una protección, pero al mismo tiempo es una fuerza que quiere salir o escapar de un encarcelamiento. A mi juicio es un símbolo un poco africano, pues el 68 fue un periodo de muchos acontecimientos en el mundo y era la década de la independencia de muchos países africanos que estaban bajo la colonización, como Argelia.''

Ese símbolo de la liberación también incluía, agrega este artista que reside en Marrakech y colabora con ONG en el campo social, otros fenómenos importantes de la época, como el éxito de la Revolución Cubana y la revuelta de Budapest. Y los artistas e intelectuales, dice, estaban pendientes de lo que ocurría en el mundo.

Liberación y terrorismo

-¿Y esas concepciones artísticas y visión del mundo de aquella época siguen siendo válidas para el mundo actual?

-Sí, pero, por ejemplo, y vamos a tocar aquí un punto muy neurálgico en la historia contemporánea. Lo que algunos países llaman liberación y resistencia, otros lo consideran terrorismo. Ese es el gran conflicto de los tiempos que vivimos. Quiere decir que la resistencia de los países, defender sus derechos, ya no es una cosa aceptable, porque para defenderlos utilizas todos los medios. Si empleas la vía armada eres fichado como terrorista. Y en aquella época este término de terrorista no existía.

-Si ahora le volvieran a encargar otra escultura, en este mismo lugar, ¿cómo la concebiría?

-Un poco diferente. Me quedaría en el mismo espíritu pero sería una obra que tendría que manifestar un deseo de reducir el interés por la materia y acentuar más el interés por la poesía. Entiendo por poesía una libertad de expresión. Por ejemplo, podría poner aquí un torso de mujer desnuda. Hoy, el cuerpo en general se desnuda y se convierte en un soporte de comunicación. En la mayoría de los mensajes transmitidos al público existe un elemento femenino, para vender un automóvil, un perfume, una casa. Es la presencia fuerte del consumo y la vida materialista. La creación artística cambia con el paso del tiempo y se adapta al contexto.

Otro aspecto que destaca Melehi es que cuando hizo su escultura esa zona estaba despoblada y el entorno natural era pleno. Ahora, agrega, hay muchas casas, personas, vehículos, ruido y árboles cercanos muy altos que compiten con la charamusca. "Si hoy hiciera esta misma escultura sería más gigante y potente para equilibrar esta violencia indispensable".

Melehi hace una última reflexión sobre el proyecto de la Ruta de la Amistad y destaca dos aspectos: "Hace treinta y tantos años había una cierta preocupación que buscaba acercar a los pueblos y lograr la paz. Hoy, es importante que se vuelva a hablar de este proyecto y de quienes lo imaginaron, como Mathias Goeritz y Pedro Ramírez Vázquez. Por ello, todo eso debe difundirse aún más''.

Por su parte, Luis de la Torre, presidente del patronato de la Ruta de la Amistad, destaca el apoyo de la Fundación Recycling Planet y agrega que la Ruta de la Amistad ha encontrado un nuevo camino y la idea de la restauración ya no es por sí. Ahora, señala, se busca la integración con las comunidades vecinas para que ellas mismas se apropien y cuiden este patrimonio escultórico.

 
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