Generarán inversiones por $200 mil millones a partir de 2007, calcula
SCT reprivatizará autopistas rescatadas en 1997 para construir nueva carretera
Hace nueve años el rescate del sector significó un endeudamiento público por 58 mil 123 millones de pesos, cifra que en la actualidad llega a 160 mil millones
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) anunció la reprivatización de cuatro autopistas que fueron rescatadas en 1997, con el fin de obtener los fondos que le permitan garantizar la construcción de 232 kilómetros de la carretera Durango-Mazatlán, uno de los proyectos más caros que se tiene considerado impulsar en este gobierno.
Los recursos que se obtengan, de acuerdo con información oficial, serán depositados en un fideicomiso cuyo fin específico será la construcción de esa autopista, que forma parte del eje carretero transversal Mazatlán-Matamoros.
Cálculos de la dependencia consideran que el nuevo esquema ''tiene el potencial de generar inversiones del orden de 200 mil millones de pesos a partir de 2007, para construir y modernizar alrededor de 6 mil kilómetros adicionales'' de autopistas.
Por el momento se tiene identificada la reprivatización de cuatro autopistas regionales que fueron asignadas al Fideicomiso de Apoyo al Rescate de Autopistas Concesionadas (FARAC), y en el futuro cercano se pretende utilizar otras 25 autopistas, también incorporadas a ese organismo, como fuente de recursos para financiar nuevos proyectos carreteros y reducir el riesgo de las aportaciones de los inversionistas privados interesados en la construcción de las carreteras de peaje.
Hasta donde se sabe, la SCT junto con la Secretaría de Hacienda ya diseñan el esquema financiero para que las autopistas Maravatío-Zapotlanejo, León-Lagos-Aguascalientes, Guadalajara-Zapotlanejo y Zapotlanejo-Lagos puedan ser licitadas nuevamente entre la iniciativa privada, tanto nacional como extranjera.
Esas cuatro carreteras formaron parte del paquete de 23 autopistas concesionadas que fueron rescatadas por el gobierno federal en 1997, y que en conjunto generaron una adición a la deuda pública por 58 mil 123 millones de pesos. Actualmente, casi una década después, esa cifra llega ya a casi 160 mil millones de pesos.
El modelo de reprivatización de autopistas fue presentado por el subsecretario de Infraestructura, Jorge Fernández Varela, a un grupo de consultores especializados. ''La magnitud de la inversión necesaria para la terminación de la autopista (Durango-Mazatlán), estimada en 8 mil 800 millones de pesos, dificulta el desarrollo del proyecto bajo los esquemas de concesión a particulares o de proyectos de prestación de servicios (PPS), por lo que los recursos para financiar la construcción de la autopista se generarán a través del aprovechamiento de activos en operación, desincorporando tramos carreteros actualmente concesionados al FARAC, los cuales se concesionarán al sector privado a cambio del pago de una contraprestación determinada a través de un proceso de licitación pública'', explicó el funcionario.
Según el esquema propuesto, los fondos obtenidos servirían para pagar una indemnización al FARAC por la terminación anticipada de la concesión de esas carreteras, mientras el remanente servirá para la construcción de la parte faltante de la autopista Durango-Mazatlán, que iniciaría en septiembre próximo. ''Una vez concluida la autopista se concesionará para su operación y mantenimiento al sector privado, con lo que se abrirá una nueva oportunidad de obtener recursos para otros proyectos'', precisó Fernández Varela en su presentación.
Pero no sólo eso, una vez arrancado el nuevo esquema, se pretende integrar otros ''paquetes'' de carreteras, que también forman parte del patrimonio de FARAC, para impulsar la construcción de nuevas autopistas dentro de la misma ''zona de influencia''. Según el funcionario de la SCT, la razón para utilizar esos activos es que ''cuentan con una historia probada de flujos de ingresos''.
Los inversionistas privados interesados en participar en la reprivatización carretera ''asumirían el compromiso de construir, bajo las condiciones y conforme a los tiempos establecidos en el título de concesión, las autopistas nuevas que formen parte del paquete y también obtendrían el derecho de explotar, operar, mantener y conservar estas nuevas autopistas durante el plazo de concesión pactado''.