Balance de la Jornada
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Italia confirmó que los futbolistas maduros siempre estarán más cerca de los títulos que los atrabancados jóvenes. Como un viejo zorro, el calcio mostró su largo colmillo al adormecer y por sorpresa matar en el momento justo a los ensoberbecidos pupilos de Klinsi, que horas antes en tono burlón ofrecieron dar clases de tiro de penales a Inglaterra.
Las jettaturas existen ; Francia recalcó la suya sobre España y Brasil. Hoy Italia firmó su superioridad sobre una Mannschalft que sin duda siempre estará entre los grandes del mundo apoyada en su carácter aguerrido y su inquebrantable mentalidad, muy por encima de su esquematizado futbol.
La Bundesliga ha mirado hacia México. Ricardo Osorio y Pável Pardo tienen mucho que aportarle en lo que se puede leer como uno de los triunfos de México en este Mundial, junto con el aceptable desempeño de los árbitros Marco Rodríguez, y todavía mejor el de Armando Archundia.
El catenaccio festeja y llora a la vez. Su cara feliz está en la final de la Copa del Mundo, a la espera de Francia o Portugal. Pero se come las uñas en los tribunales, donde los jueces anticorrupción hurgan entre los principales equipos y es inminente el descenso del bicampeón Juventus.
El partido Francia- Portugal luce prometedor. Les Bleus son el equipo que mejor juego de conjunto ha mostrado a partir de la segunda fase. Un genio de la talla de Zinedine Zidane merece el adiós más honroso y habría que agradecer a los españoles haberle picado la cresta al punto de hacerlo jugar como nunca antes.
El ídolo marsellés ya tiene a su relevo. La afición francesa comenzó a adorar a Ribéry, con una historia similar a la de los talentos surgidos en las favelas brasileñas. Comenzó a jugar descalzo, lo llamaban Quasimodo y Caracortada, fue pésimo estudiante y era indisciplinado hasta que se apegó al Islam. Ahora, en la cima del éxito, ha prometido no hacerse la cirugía estética.
Ribéry fue la corazonada de Domenech, el último elegido rumbo a Alemania, y ahora está en vías de ser la revelación juvenil, algo que por miedo de sus técnicos no pudieron lograr Andrés Guardado o Lionel Messi. Michael Ballack ayer estuvo más activo, pero simplemente decepcionó, incluso quedó por debajo del español Fernando Torres.