''Vivimos el sálvese quien pueda, pero yo primero'', expresa a La Jornada
La responsabilidad social se diluye en el mercado: Marcos Roitman
Desde Estados Unidos se definió la agenda ideológica que siguen el PAN y otros partidos de derecha, asegura
Circula en México libro del experto, publicado por Siglo XXI Editores
Ampliar la imagen En México ha habido una gran mentira que va a quedar sin ser juzgada políticamente, manifiesta el académico Marcos Roitman, durante la entrevista con La Jornada Foto: José Antonio López
Vivimos un proceso de deshumanización, sostiene Marcos Roitman, profesor de teoría política en la Universidad Complutense de Madrid.
Explica: ''Acudimos a la disolución de la ciudadanía que se vuelca hacia las reglas de mercado y, por tanto, a la aparición del concepto de consumidor".
Cada quien -acusa Roitman- ve por sus propios intereses y nadie por el bien común, que es la esencia democrática. La responsabilidad social se diluye en el mercado. Nos deshumanizamos.
La entronización de la derecha, ubica el especialista, se generó desde Estados Unidos, donde se definió la agenda ideológica que siguen hoy el PAN y otros partidos de derecha en otros países, ''para la refundación del poder en términos también de la reforma de las personas, de sus conductas, de sus modos de ser".
El pegamento del dinero
Se creó entonces, define Roitman, ''una nueva cohesión social con base en la atomización del individuo y con el pegamento del dinero, en lugar del pegamento de la política y de la conciencia social. El interés privado por encima del bien común, del bienestar social, de la justicia social".
Esta tesis la desarrolla Marcos Roitman en su libro Las razones de la democracia, recientemente puesto en circulación por Siglo XXI Editores. En entrevista con La Jornada, el profesor Roitman explaya, explica, aterriza.
-En su libro desarrolla usted el concepto de conformismo intelectual como uno de los factores de depauperación de la democracia, ¿de qué manera se produce ese declinamiento en nuestra sociedad?
-El conformismo social es una dejación voluntaria de la conciencia. En otras palabras, el dejar de practicar cotidianamente la relación ética que nos une a la responsabilidad de nuestros actos. Es decir, cuando estamos viendo que se actúa mal y nosotros hacemos dejación, no actuamos. Un ejemplo: si voy por la calle y veo que le están pegando a alguien, no puedo voltear la cabeza por miedo a que a mí me peguen más; si un profesor dice que Colón descubrió América en 1850 y me callo porque a lo mejor así me aprueba el curso, es un acto de dejación. Si veo que un profesor es malo, pero me hago cómplice porque en el fondo hay una relación de corrupción, estoy haciendo dejación de la responsabilidad, del valor ético del bien común. El acto democrático consistiría, por lo contrario, en la práctica ciudadana de corresponsabilizarme de la acción.
''Al respecto, vemos que en México, como en España, Chile, Argentina o en cualquier otro lugar del mundo hay un proceso de involución de la condición humana, porque las razones de la democracia presuponen la práctica cotidiana de los valores que llevan consigo el responsabilizarnos en la acción, en el concepto de la dignidad, del valor ético del otro, y como lo rompemos nos encontramos en cambio en un proceso continuo de deshumanización.
''Eso nos ha conducido a una democracia sin demócratas y a una ciudadanía sin ciudadanos, porque la mejor democracia es la que existe en la norma pero no se practica. En el centro de todo esto está la disolución de la ciudadanía en favor del mercado y en la aparición del concepto de consumidor en lugar del ciudadano. Esto trae como consecuencia la pérdida de la voluntad ciudadana, la inhibición de la conciencia y la sumisión al poder.''
Sumisión y pérdida de la conciencia
''El bien común -prosigue Marcos Roitman- sufre una transformación y se convierte en razón de Estado, en lugar de que el bien común signifique justicia social, responsabilidad social, y no economía de mercado y autoritarismo.
''Un ejemplo: nadie puede decir sin quedar sin juicio que hay armas de destrucción masiva para justificar una guerra y después ir por el mundo y seguir gobernando, sin responsabilizarse de lo dicho. Esa es otra forma de conformismo social.
''Si lo ponemos en términos de la realidad mexicana, diríamos que no se puede ejercer el poder y quedar impune cuando estamos viendo los casos de corrupción, nepotismo y otros que vienen a demostrar que entre lo que se dijo que se iba a hacer y lo que se ha hecho en la realidad existe mucho trecho y, en cambio, ha habido una gran mentira que va a quedar sin ser juzgada políticamente y lo que es peor, el ejercicio arbitrario del poder va a ser considerado a largo plazo como el cambio de régimen de la transición democrática. Es decir, otra gran mentira.
''Los elementos están dados en nuestra sociedad para que una mentira sea creíble por el simple hecho de permanecer en el tiempo. En esto consiste la pérdida de la ciudadanía política, la sumisión, la pérdida de la conciencia.
''Desde Estados Unidos se irradia la hegemonía a la hora del debate teórico y de definir la agenda de que se discute, cómo y dónde, de manera que el concepto de democracia fue puesto en las manos del poder político hegemónico no solamente de la derecha, sino que perdimos la capacidad del debate a la hora de definir la democracia como práctica plural de control y ejercicio del poder como bien común.''
-¿Vivimos entonces una vulgar ilusión de democracia?
-Lo que pasa es que no nos gusta ser democráticos. Vivimos el sálvese quien pueda, pero yo primero. Nos gusta estar solamente en favor de nuestros intereses, cuando la democracia implica un interés común que en algunos casos pudiera ir contra nuestros intereses personales.
''Hablamos desde el yo, cuando en democracia debe hablarse desde el nosotros. Otro ejemplo: si entras en un baño de uso comunitario y encuentras la taza meada, se trata de un hecho profundamente antidemocrático: que se jodan los otros, yo no tengo responsabilidad social y me confundo en el anonimato.''
Camino a la extinción
-Y se responsabiliza, en cambio, a los otros, de las propias miserias...
-No exigimos responsabilidades, sino que articulamos culpabilidades porque la responsabilidad es un hecho interno y presupone asumir la acción y la autocrítica, reconocer que hicimos mal, y en eso la religión opera de una forma muy clara: mea culpa, padrecito, de pegarle a mi mujer. Está bien, tres padres nuestros y dos aves marías y no pasa nada. No hay responsabilidad social. Y eso no lo entienden los Vargas Llosa, los Krauze y otros que intentan poner en la misma línea el socialismo, el comunismo y el fascismo.
-¿Cuáles serían en este momento las razones de la democracia?
-La recuperación de la condición humana, es decir, el valor ético del ser en su responsabilidad frente a su semejante. La única forma de existencia de la condición humana es la verdadera democracia.
''Pero lo que observamos, con la entronización de la derecha y su sistema de manipulación propagandística y sus leyes de mercado, es que vamos en camino de la extinción, y el primer paso es la deshumanización evidente que vivimos hoy día.''