"Fuego abierto" de la aviación y el ejército israelíes provoca siete muertos
Condena la UE a Israel por el uso desproporcionado de su fuerza militar
Ingresan 100 tanques a la franja de Gaza para apoyar la ofensiva; se intensifica la reocupación
Tel Aviv, dispuesto a liberar prisioneros palestinos a cambio del plagiado soldado Gilad Shalit
Ampliar la imagen Palestinos escapan del ataque israelí con misiles, tanques y excavadoras en la ciudad de Beit Lahiya, ayer en el norte de la franja de Gaza Foto: Ap
Ciudad de Gaza, 7 de julio. La aviación y el ejército de Israel, con el apoyo de un centenar de tanques, mantuvieron el "fuego abierto" contra los palestinos residentes en el norte de la franja de Gaza, ofensiva que hoy causó la muerte de siete personas y llevó a la Unión Europea (UE) a emitir su más enérgica condena a Tel Aviv -hasta ahora- por el "uso desproporcionado" de su fuerza militar.
Fuentes de la policía palestina, que recibió ayer la orden del Ministerio del Interior de responder el fuego israelí con sus armas de cargo -fusiles-, informaron que 100 tanques quedaron apostados dentro de Gaza, mientras otros pelotones continúan su camino hacia los límites de Israel y la franja, en la costa del Mediterráneo.
Aviones israelíes reanudaron sus ataques con disparos sobre la localidad de Atatra, adyacente a Beit Lahiya, que el jueves anterior fue escenario de una escalada militar que causó la muerte de 19 palestinos y un soldado israelí.
El ataque aéreo y el obús de un tanque israelí estacionado en Atatra provocaron la muerte de cuatro jóvenes palestinos, se informó.
Otros tres palestinos fallecieron a consecuencia de disparos de las tropas hacia calles y edificaciones de Beit Lahiya. Uno era militante de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, cuyo cadáver fue encontrado en las inmediaciones de la ciudad de Gaza, con un proyectil incrustado en la cabeza.
En Nablus, otro presunto combatiente de los Mártires de Al Aqsa -organización formada por militantes del partido Fatah- fue abatido por soldados israelíes que incursionaron en esa localidad. Para asesinarlo, una patrulla militar rodeó la vivienda del miliciano y luego la tomó por asalto.
Según un parte militar difundido hoy por Radio Israel, un total de 40 milicianos palestinos han muerto desde que empezó la ofensiva aérea y terrestre sobre el sur y norte de Gaza, el 28 de junio.
De acuerdo con un recuento de Afp, en total 29 palestinos y un militar israelí han muerto durante la operación israelí denominada Lluvia de Verano.
El ejército israelí ha dicho que la reocupación de puntos estratégicos de la franja -nueve meses después del desmantelamiento de colonias israelíes- tiene la finalidad de rescatar a un soldado secuestrado y neutralizar ataques de organizaciones armadas palestinas con cohetes de fabricación artesanal, denominados Qassam.
La escalada del jueves fue en respuesta a un ataque lanzado pocas horas antes contra la localidad israelí de Ashkelon, a 12 kilómetros de los límites de Gaza, que no causó muertes ni daños materiales pero provocó pánico entre los residentes.
"Los terroristas han pagado un alto precio hasta ahora y hacemos todo los posible para hacerles comprender que lo pagarán más caro si mantienen en su poder a nuestro soldado secuestrado y si prosiguen los disparos de cohetes", dijo el teniente general Dan Halutz, jefe del estado mayor israelí, durante una visita de inspección a las tropas en la franja.
El gobierno palestino, dirigido por el movimiento de resistencia islámica Hamas, ha señalado que la verdadera intención de Tel Aviv es derrocar a la organización política que venció en las elecciones legislativas de enero pasado y asumió el mando en abril.
Un total de 64 legisladores y funcionarios palestinos, miembros de Hamas, fueron detenidos la semana pasada en redadas realizadas en Cisjordania.
Las acciones militares en Gaza y las amenazas contra dirigentes palestinos han ocasionado que el primer ministro Ismail Haniyeh se haya visto obligado a esconderse en el campo de refugiados Al Shati, en Gaza, aunque desde antes de la ofensiva, el jefe de gobierno tenía prohibido trasladarse a Ramallah, Cisjordania, donde se encuentra la sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Además de la ofensiva en Gaza, el gobierno israelí encabezado por el conservador Ehud Olmert mantiene desde abril la suspensión de transferencias de impuestos pagados por palestinos, como forma de impedir que la administración de la ANP se allegue recursos.
Según una encuesta publicada por el diario Maariv, la mayoría de los israelíes desea que los líderes de Hamas sean "asesinados".
En nuevo llamado a la comunidad internacional, el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, dijo que "el mundo debe conseguir que esta agresión y esta invasión inhumana cesen para que nuestros esfuerzos lleguen a buen puerto".
Abbas también demandó a los milicianos palestinos que cesen el disparo de cohetes Qassam. El 20 de junio, el presidente de la ANP había hecho una solicitud en el mismo sentido.
Tras la escalada del jueves en Beit Lahiya, el primer ministro finlandés, Matti Vanhanen -cuyo país tiene la presidencia del grupo de 25 naciones durante el segundo semestre de 2006-, señaló que "la Unión Europea condena la pérdida de vidas provocada por el uso desproporcionado de la fuerza de las tropas israelíes y el empeoramiento de la crisis humanitaria".
A la ANP, Vanhanen pidió la liberación del soldado Gilad Shalit, a quien Hamas aludió hoy en forma contradictoria. Por una parte, el movimiento señaló que Shalit "está siendo bien tratado, de manera humana y según los valores de nuestra religión".
Amenaza de Hamas
De acuerdo con un despacho de Reuters, Hamas señaló en un comunicado difundido hoy que "el asunto del soldado capturado se ha vuelto más complicado que antes", a raíz de la escalada del jueves sobre Beit Lahiya, una acción que Israel "pagará".
El gobierno "de la ocupación se equivoca al pensar que las masacres sionistas que comete contra nuestra gente servirán para sus objetivos de ejercer presión para recuperar al soldado capturado", indicó, sin especificar el estado actual de las negociaciones para liberar al militar -a cambio de mil presos árabes y musulmanes en cárceles de Israel- con la mediación de Egipto.
Sobre ese punto, el ministro de Seguridad Interior de Israel, Avi Dichter, dijo que el gobierno de su país está dispuesto a liberar a prisioneros para lograr la liberación del militar secuestrado.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad continuó la discusión de un borrador de resolución presentado por Qatar -en nombre de los países árabes- que demanda el retiro del ejército israelí de Gaza.
Estados Unidos y Francia criticaron el texto con el argumento de que es "poco equilibrado", por lo que la aprobación está pendiente.
En apoyo a los palestinos, decenas de miles de iraníes participaron este viernes -día de oración para los musulmanes- en una manifestación en calles de Teherán, a la que acudió el presidente Mahmud Ahmadinejad, quien advirtió: "Las agresiones de los sionistas podrían llevar a una explosión regional en la que no sólo el régimen sionista, sino también los que le apoyan en todo el mundo, podrían resultar dañados".