El presidente de ese país asegura que la copa se quedará en Africa

Demostraremos que Sudáfrica puede recibir el Mundial: Mbeki

Los escépticos, los mismos que desconfiaban en el fin del apartheid

DPA Y AFP

Berlín, 7 de junio. El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, afirmó que el Mundial de 2010 será el más exitoso, aunque admitió que su país necesita ayuda de Alemania para organizar la justa.

En declaraciones a la prensa en torno a la presentación denominada Africa's Calling, en la que se reveló el símbolo del Mundial 2010, Mbeki dijo que la designación como sede del torneo representa un enorme reto para Sudáfrica.

"Estamos conscientes de que nos enfrentamos a un gigantesco desafío. Enviamos personas a Alemania para estudiar el trabajo de los organizadores. Algunos, como Franz Beckenbauer, se manifestaron dispuestos a ayudarnos cuando se termine el Mundial. Sé que no están obligados a hacerlo, pero nosotros necesitamos que nos auxilien", explicó.

El mandatario sudafricano, invitado de honor en la ceremonia que reunió además al secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, y al presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociado, Joseph Blatter, afirmó que su país desea demostrar al mundo qué es capaz de hacer.

Mbeki aseguró que su país se dispone, una vez más, a desmentir a los escépticos que dudan de que Sudáfrica tenga habilidad para organizar un Mundial.

"Cuando los sudafricanos dijimos que pondríamos fin al apartheid, la gente reaccionó con escepticismo y dijo que sería difícil. Pero lo hicimos, y demostramos que estaban equivocados. Ahora, los mismos escépticos afirman que no podremos recibir el Mundial, y una vez más demostraremos que se equivocan".

Mencionó que este torneo será distinto a los demás en un aspecto: "La copa permanecerá en Africa después de la competencia. Nuestro continente tiene muchos equipos fuertes y el trofeo se quedará con uno de ellos", afirmó.

Tras la revelación del símbolo, durante un espectáculo de danzas típicas del continente africano, Blatter acotó que "será un Mundial de tambores y música; será una competencia mágica".