El coronel retirado Gilberto Vázquez se halla en espera de ser extraditado a Argentina
Recapturan a ex represor uruguayo que huyó de hospital de Montevideo
Al ser detenido el ex militar no mostraba arrepentimiento y estaba disfrazado de mendigo
Ampliar la imagen El coronel retirado uruguayo Gilberto Valentín Vázquez, implicado en la Operación Cóndor, fue recapturado el fin de semana por policías en Montevideo, cinco días después de su fuga Foto: Ap
Buenos Aires, 9 de julio. Sonriente, disfrazado de mendigo, con el pelo largo gracias a modernas extensiones, una barba y un bigote postizos, el coronel retirado uruguayo Gilberto Valentín Vázquez, acusado de delitos de lesa humanidad, fue recapturado por policías en Montevideo, cinco días después de haberse fugado del hospital militar donde estaba detenido.
Sin asomo de arrepentimiento, el militar retirado -uno de los siete detenidos por el secuestro y desaparición de María Claudia García, nuera del poeta Juan Gelman, y cuya solicitud de extradición envió hace tiempo la justicia argentina- puso en una situación difícil al gobierno del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, y a la actual jefatura del ejército en su país.
Gilberto Vázquez, recapturado el viernes pasado, está detenido a la espera de extradición junto con los también militares José Nino Gavazzo, José Arab, Ricardo Medina, Jorge Silveira Quesada y el policía Hugo Campos Hermida. Todos fueron ahora alojados en la cárcel central, bajo custodia policial, mientras otro de los presos, Ernesto Rama, se encuentra internado en el hospital militar, después de que la fuga violentó una especie de pacto de honor con el ejército, en cuyas dependencias estaban presos.
El grupo participó activamente en la Operación Cóndor, la coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur en los años 70 y 80. El militar aprovechó sus días de fuga para ponerse en contacto con algunos integrantes de la prensa, intentando mostrarse como "víctima" de persecución", cuando realmente durante la dictadura fue un victimario feroz.
Por estas horas, ante las derivaciones del caso, un tribunal militar de ese país podría despojarlo de su cargo y rango, retirarlo o dictarle baja deshonrosa.
Analistas uruguayos estiman que esto también estuvo pensado para golpear la credibilidad del gobierno de Tabaré Vázquez, ante la resistencia de los represores de la pasada dictadura de Uruguay (1973-1985), a ser juzgados por los crímenes de lesa humanidad que cometieron.
Creyéndose amparados por la Ley de Caducidad (1986), que permitió la impunidad, algunos militares comenzaron a rebelarse cuando el gobierno actual hizo cumplir una norma que establecía el derecho a la verdad sobre las desapariciones y otros delitos de lesa humanidad por parte de los familiares.
Uno de los casos que queda fuera de toda posibilidad de amparo es el de María Claudia, quien fue llevada embarazada junto con otras víctimas desde el centro clandestino de detención Automotores Orletti -sede de la Operación Cóndor en Buenos Aires y donde asesinaron a su esposo Marcelo Gelman, quien estuvo desaparecido largo tiempo- hacia Montevideo.
Allí permaneció meses aislada en un centro militar hasta que nació su hija, que le fue robada por los militares. María Claudia fue asesinada y Vázquez tiene mucho que ver con los últimos momentos de la joven desaparecida.
Su hija fue encontrada en manos de la familia de un policía en Montevideo en 2004, gracias a una búsqueda incansable y a la solidaridad de ex detenidas y organismos humanitarios.
Esto también llevará a un mayor impulso sobre la solicitud de miles de familiares de víctimas y organismos de derechos humanos y políticos para que se anule definitivamente la Ley de Caducidad, que permitió durante años una impunidad encubierta, que es una amenaza para cualquier intento democrático.