La maestra se desentiende de su posible defenestración y arremete contra Madrazo
Retoma el PRI el caso de la posible expulsión de Elba Esther Gordillo
Entrampada en la disputa entre un grupo de gobernadores y la dirigencia nacional del PRI respecto de la expulsión o permanencia en el PRI de Elba Esther Gordillo, la Comisión de Justicia Partidaria retomó ayer este caso, tras sendas reuniones entre el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del tricolor, a las que asistió el líder del sector popular, Manlio Fabio Beltrones, mientras, vía telefónica, la propia maestra adelantó que de ser purgada no recurriría a los tribunales, además de que no le interesa encabezar el partido o tener otro cargo en la estructura del mismo.
De acuerdo con Gordillo, el interés de expulsarla pasa por la falta de autocrítica de la actual dirigencia y de su ex candidato presidencial, Roberto Madrazo, quienes "iniciaron una cacería de brujas para culpar a otros de sus errores y de sus fracasos".
Dijo además que la supervivencia del PRI depende de que tenga la "humildad de ofrecer disculpas a la sociedad", de que pueda "poner a tiempo su reloj con el tiempo de la realidad nacional y mundial", y hacer que la lucha para renovar la dirigencia no sea entre los mismos grupos, "de aquellos que buscan impunidad o mantener privilegios". El partido, sostuvo, "no está muerto, pero lo pueden acabar de matar estos intereses".
La maestra enfatizó que no teme ser expulsada y demandó al tricolor que presente las pruebas en su contra. "Si me expulsan no recurriré a los tribunales; dejaré que la historia los juzgue. Si tienen elementos, pues que hagan los trámites", expresó Gordillo, quien adelantó: "Yo soy del PRI, pero no me veo en un partido en las condiciones en las que está ahora, de disputas de grupos. Esperaré, esperaré, esperar... pero como dice la canción: no me amenaces".
Insistió en que si bien no le interesa la dirigencia nacional del PRI, quien sustituya al actual liderazgo debe ser alguien que no responda a ninguno de esos grupos. "Está difícil, lo sé, pero debe tratarse de alguien que pueda conciliar", añadió.
Interrogada sobre su papel en el resultado de la pasada elección federal, declaró que "quienes llevaron al PRI a la derrota no fueron ni el odio ni la venganza; quienes llevaron al fracaso al partido fueron esos grupos".
Mientras, frenada durante la campaña proselitista en aras de mantener la "unidad", la Comisión de Justicia Partidaria mantiene en reserva el resolutivo que por el cargo de traición elaboró, mismo que apunta hacia la expulsión de la maestra.
Hasta ayer los gobernadores de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán; de Sonora, Eduardo Bours; de Tamaulipas, Eugenio Hernández; de Nuevo León, Natividad González Parás, y de Coahuila, Humberto Moreira, habían manifestado abiertamente su negativa respecto de la posibilidad de purgar a Gordillo. Otro grupo sostiene, por el contrario, la posición de echar del partido a la maestra.
"El cinismo de Gordillo es asombroso. Escucharla en entrevistas, en las cuales habla como priísta, pero en las que señala que desarrolló en el Partido Nueva Alianza (Panal) una estrategia para alcanzar el registro, no habla más que de traición. El PRI se ha visto muy mal, esta pagando las consecuencias de no actua contra ella", advirtió Carlos Jiménez Macías.
Consideró que la posición de algunos gobernadores de defender la permanencia de Elba Esther Gordillo en el PRI pasa por las presiones del magisterio.
"Los gobernadores han sido rehenes del chantaje de la maestra por medio del sindicato. La ambición política es muy clara: le interesa tener posiciones, no importa en qué partido, y esto habla de una inmoralidad. Yo espero que no haya un gobernador que pueda tener un argumento sólido que diga que no se salga. Esta traición es clara y debe procederse contra ella", insistió.