Perdieron la batalla contra los medios electrónicos: rector de la UAM Azcapotzalco
Las universidades ya no son el eje de la formación de jóvenes: especialista
El modelo educativo ya está agotado; los alumnos no tienen prisa por egresar, señala
En un contexto en el que prevalecen las tecnologías de la información y los jóvenes están fuera de los espacios de toma de decisiones, la escuela ha perdido su centralidad como eje no sólo de la formación del sujeto, sino también como primera fuente de información, aseguró Adrián de Garay Sánchez, rector de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El reto para las instituciones de educación superior, agregó, es formar alumnos capaces de construir información, pero también con las habilidades para ordenarla, jerarquizarla y usarla de manera útil, cuando los nuevos instrumentos tecnológicos imponen un ritmo mínimo de concentración y profundización en los contenidos.
En entrevista con La Jornada, destacó que las nuevas generaciones de jóvenes tienen intereses diversos y, en muchos casos, "no enfocan sus prioridades hacia la academia, a lo que se suma un importante rezago en los métodos de enseñanza-aprendizaje y ahí sí estamos perdiendo la batalla con los medios electrónicos, pues la forma en que se imparte el conocimiento no tiene nada que ver con la cultura juvenil".
De Garay, sociólogo y especialista en ciencias antropológicas, afirmó que cambiar el modelo educativo y aplicar nuevos sistemas de aprendizaje no significa el "mero uso de instrumentos tecnológicos, pues de nada sirve instalar computadoras si los contenidos que se imparten son los mismos".
El modelo educativo en las universidades, indicó, está diseñado para atender alumnos de tiempo completo, cuando más de 70 por ciento de la matrícula estudia y trabaja, es decir, "en los hechos la mayoría de los estudiantes universitarios no cursan sus estudios en el lapso previsto".
Debemos reconocer, dijo, que el "tiempo de las universidades y la aplicación de planes y programas de estudios es distinto al tiempo de los alumnos, ya que las instituciones de educación superior y las políticas públicas en la materia están orientadas a sacar un producto en cuatro, y entre más egreso, mayor financiamiento y mejor ubicación en el rating universitario".
Los jóvenes, indicó, no tienen tanta prisa por egresar de la universidad, debido a que, "entre otras cosas, no tienen adónde ir y desarrollar todos sus conocimientos, están concientes del incremento del desempleo, pero también porque es un espacio de convivencia juvenil donde fortalecen sus identidades y se vinculan con sus pares".
La mayoría de los estudiantes que ingresan a la educación superior enfrenta la necesidad de crear un espacio propio, sostuvo, pues durante el bachillerato se les trata como adolescentes y en la universidad como adultos. "No hay ningún espacio educativo donde se les trate como jóvenes en una etapa en la que quieren experimentar como jóvenes y donde necesitan convivir con personas de su edad."
Con una población de jóvenes "sumamente heterogénea", las instituciones de educación superior deben generar acciones para atender esta diversidad y no favorecer la aplicación de políticas institucionales que pretenden "generalizar los objetivos académicos y no toman en cuenta las diferencias, por lo que no se podrá alcanzar una formación integral de los alumnos".
El rector de la UAM-Azcapotzalco destacó que cuando se dice que los estudiantes de hace 25 o 30 años eran mejores que los que hoy asisten a las aulas universitarias, "en realidad no existen datos que lo confirmen, pero lo cierto es que hoy los jóvenes también demandan el reconocimiento a su diversidad y la aplicación de un sistema educativo más innovador, que supere el choque cultural entre profesores y alumnos".