Hay diferencias en calidad educativa y financiamiento, revela informe de la UNESCO
Latinoamérica, con asimetrías entre las universidades públicas y privadas: estudio
Ante una demanda creciente de modernización social, procesos de integración más eficientes y una participación ciudadana con nuevos espacios de representación pública, las universidades y los sistemas nacionales de educación superior en América Latina experimentan tensiones que hacen evidente la necesidad de una transformación estructural de la sociedad latinoamericana.
Un estudio sobre la legislación de la educación superior en la región, divulgado por el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), revela que la compleja realidad latinoamericana "plantea enormes desafíos" a los estados de la región, pero también a sus sistemas e instituciones educativas.
En un contexto de globalización, las universidades se ven "forzadas a generar respuestas legislativas que modernicen sus estructuras haciéndolas más eficientes para enfrentar una creciente demanda social, pero al mismo tiempo demandan mecanismos flexibles ante fenómenos emergentes como movilidad, integración y convergencia".
En los países de la región, la legislación en el ámbito educativo no ha estado exenta de las contingencias de los propios sistemas políticos y económicos, que ha llevado, en algunas ocasiones, a las autoridades educativas nacionales a "replantearse y reorientar los postulados iniciales, a la vez que han tomado la decisión de asumir nuevos campos de proyección".
Este tema, destaca el documento publicado en el Informe sobre educación superior en América Latina y el Caribe 2000-2005, difundido en junio pasado por la UNESCO, no sólo revela asimetrías entre sistemas e instituciones, también desigualdades entre universidades públicas y privadas, en los mecanismos de financiamiento, en la calidad educativa y en sus modalidades de educación presencial y a distancia.
Por estas diferencias, agrega el texto, "se puede afirmar que la construcción de los cuerpos legislativos, en virtud de su eficiencia, renuncia a reproducir la vitalidad y las complejidades propias de las sociedades, tornándose en instrumentos rígidos en cuanto a su naturaleza y función, incapaces de abrirse a perspectivas de ordenamiento mayores y a fundamentos más universales para actuar con mayor eficacia sobre una realidad dinámica y cambiante".
Frente a este panorama, obstáculos como la carencia de recursos humanos y técnicos, la debilidad de la política exterior de los estados y la escasa vocación por la integración regional, impedirán en un corto o mediano plazos, comenzar un proceso de armonización legislativa, relativa o absoluta, para unificar normas jurídicas y construir una legislación marco para toda la región.