Dejó en pie la posibilidad de desmantelar las plantas si se demuestra que contaminan
Corte de La Haya rechaza la solicitud de suspender obras de papeleras en Uruguay
Los derechos de los argentinos quedan preservados, afirma la cancillería
Buenos Aires, 13 de julio. La Corte Internacional de Justicia de la Haya rechazó la solicitud del gobierno argentino de suspender la construcción de dos plantas de celulosa en territorio uruguayo, en las márgenes de un río que comparten ambos países, pero deja en pie la posibilidad de desmantelar esos emprendimientos si en su funcionamiento se demostrara que causan un daño ambiental irreparable.
Desde Uruguay, altos funcionarios dijeron que no había que hablar de ''triunfo ni derrota'' e instalaron la posibilidad del diálogo. El canciller uruguayo Reinaldo Gargano y otros funcionarios como el vicepresidente Nin Novoa mostraron una actitud mesurada, y lo mismo sucedió en Argentina, donde sin embargo algunos sectores, incluyendo un dirigente de Greenpeace, se apresuraron a opinar sin conocer el texto completo de la resolución de La Haya criticando duramente al gobierno de Néstor Kirchner por haber recurrido a esa institución.
''La corte considera expresamente la garantía de disponer el desmantelamiento de las plantas si durante la sustanciación del caso se demostrara que esas causan un daño ambiental irreparable'', señala la cancillería argentina en un comunicado.
La cancillería argentina sostiene además que ''los derechos de los argentinos'' quedaron preservados ante la decisión de la corte que, si bien determinó que era prematuro solicitar la interrupción de las obras, dejó en pie la continuidad del proceso de fondo para determinar si el tratado bilateral fue violado.
Este pacto -firmado en 1975 entre ambos países- determina que toda construcción que afecte las aguas del río Uruguay debe ser previamente acordada por las dos naciones. Uruguay sostiene que las empresas finlandesa Botnia y la española Ence -que invertirán en total mil 700 millones de dólares- utilizan tecnología moderna no contaminante, de acuerdo con lo que declaran.
Pero Argentina solicita que se realicen estudios independientes de las empresas, por una comisión conformada por expertos de ambos países. Las negociaciones entre Uruguay y Argentina fueron debilitándose hasta caer en punto muerto. En este contexto, la población de la ciudad de Gualeguaychú, en la provincia de Entre Ríos, separada por un puente de su par uruguaya Fray Bentos, donde se construyen las papeleras, comenzaron una serie de protestas, hasta mantener cortes en las comunicaciones entre ambos países.
El gobierno uruguayo hizo una presentación en el Mercosur para denunciar los daños económicos producidos en ese país por los cortes que afectaron a varios puntos de comunicación entre varias ciudades uruguayas y argentinas.
En su comunicado, la cancillería argentina considera que la decisión de La Haya ''no prejuzga sobre el fondo de la controversia'' y marca que con la continuidad de la construcción de las obras -que en este momento no puede ser considerado ''un hecho consumado'' de contaminación- pone a Uruguay ante el hecho de asumir ''necesariamente el conjunto de los riesgos vinculados a toda decisión de fondo que la corte pueda emitir posteriormente, incluyendo el desmantelamiento de las plantas''.
En estos momentos la española Ence tiene suspendida la construcción de su planta, lo que podría extenderse hasta casi fines de año. En tanto Botnia -que recientemente tuvo un conflicto laboral con obreros uruguayos- ha construido ya algo más de 25 por ciento de su planta en Fray Bentos. Hubo otras consideraciones importantes en la Corte de La Haya, que están destinadas a propiciar el diálogo.
También Argentina celebra que la corte considere el Estatuto del Río Uruguay como un sistema integrado para la preservación del río, y al esquema de consulta e información previas que contiene como una parte muy importante de este sistema''.
La corte también exhortó a las partes a cooperar de buena fe y a evitar medidas que agraven la controversia. También reconoció las preocupaciones argentinas de proteger su medio ambiente y la calidad de las aguas del río Uruguay.