México descarta que vaya a integrarse de manera permanente a las citas del G-8
Protestan miles contra visita de Bush a Alemania; exigen cerrar Guantánamo
Ampliar la imagen Durante la protesta contra la estancia de George W. Bush en el puerto alemán de Stralsund, los manifestantes portaron títeres que representaban a prisioneros en cárceles de Israel, Afganistán, Guantánamo e Irak Foto: Ap
Stralsund, 13 de julio. Unas 3 mil 500 personas protestaron hoy en esta ciudad de la región oriental de Alemania contra la visita del presidente estadunidense, George W. Bush, durante una intensa jornada en la que la policía local desmontó un cartel callejero antinuclear de la organización Greenpeace, poco antes de que transitara por ahí el gobernante.
El viceprimer ministro del estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Wolfang Methling -militante del Partido de Izquierdas, heredero del antiguo Partido Comunista-, fue uno de los participantes en la protesta en las calles de Stralsund. Durante la movilización se exigió que cese la política bélica de Bush y el cierre de la cárcel de Guantánamo.
"No nukes, no war, no Bush" (No a los misiles atómicos, no a la guerra, no a Bush), decía un cartel desplegado por dos miembros de Greenpeace que lograron subir hasta el campanario de una de las principales iglesias de Stralsund.
El cartel sólo pendió cinco minutos en lo alto del templo, porque fue retirado por agentes policiales, que detuvieron a los dos responsables de colgar la pancarta y 11 integrantes más de Greenpeace que intentaron realizar acciones similares en otros puntos de la localidad, "cuna política" de la jefa de gobierno alemana, Angela Merkel, que inició su carrera como representante parlamentaria de este distrito.
En el acto central de la marcha, el diputado ecopacifista Christian Stroebele acusó a Bush de "pisotear en Guantánamo los derechos humanos".
Stralsund amaneció este jueves bajo la vigilancia de 12 mil policías -casi todos enviados desde otras ciudades alemanas- para resguardar al mandatario estadunidense en un acto protocolario, celebrado en una plaza local con mil personas seleccionadas previamente, a algunas de las cuales el gobernante saludó de mano, en compañía de Merkel.
Esta fue la primera ceremonia oficial a la que la canciller federal acudió acompañada de su esposo, Joachim Sauer, profesor de química, quien inclusive se mantuvo al margen de la ceremonia de investidura de la jefa de gobierno, a finales de noviembre pasado, según Dpa.
Bush, que pernoctó en un pueblo de la costa báltica alemana, Heiligendamm, viajará este viernes a San Petersburgo, Rusia, donde se realizará la reunión anual del grupo de los países más ricos, el G-8.
Los líderes de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Canadá, Japón, Alemania, Italia y Rusia se reunirán en el Palacio de Constantino, completamente renovado, y el principal tema que tratarán en la agenda formal será la "seguridad energética", aunque diplomáticos y analistas de prensa esperan que los dirigentes también aborden la crisis actual en Medio Oriente y los programa nucleares de Corea del Norte e Irán.
Además de los jefes de Estado o de gobierno de esos ocho países, esta vez volverán a participar los integrantes del llamado G-5, conformado por China, India, Brasil, Sudáfrica y México, a los que en esta ocasión se sumará Kazajistán, antiguo componente de la extinta Unión Soviética, en Asia central.
Este jueves, el diario británico The Guardian publicó una nota informativa en la que cita al primer ministro británico, Tony Blair, quien aseguró que durante la cumbre en San Petersburgo propondrá que el G-5 se integre permanentemente a las citas del G-8, para conformar el G-13.
De acuerdo con el periódico, Blair considera que el primer efecto de la ampliación sería el rompimiento de la "lógica enfermiza" de la Ronda de Doha, el proceso de liberalización del comercio y los servicios promovido por la Organización Mundial de Comercio.
No obstante, Lourdes Aranda, subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, aseveró este viernes: "no percibo que haya ningún interés por parte de numerosos miembros del G-8 en institucionalizar un G-13". Consideró además que la mayoría de los países del G-8 "preferirían mantener restringido" el llamado club de los ricos.