Revelan encuestas que el mandatario brasileño cayó 3 puntos en las preferencias
La ola de violencia criminal empaña el inicio de la campaña electoral de Lula
Afirma que mantendrá su política económica y mejorará la distribución de la riqueza
Ampliar la imagen En Sao Paulo, Brasil, la madrugada de este viernes un banco resultó dañado por ataques que fueron atribuidos al grupo criminal Primer Comando de la Capital. No se reportaron heridos Foto: Ap
Sao Paulo, 14 de julio. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, puso hoy en marcha la campaña electoral para su relección, en octubre próximo, con la afirmación de que mantendrá su actual política económica y la promesa de que hará mejoras en la desigual distribución de la riqueza.
En medio de un arranque de campaña empañado por el tercer día consecutivo de ataques contra objetivos civiles, por parte del crimen organizado en Sao Paulo, Lula sufre además una ligera caída en las intenciones del voto, con 42 por ciento de apoyo, tres puntos porcentuales menos que en junio pasado.
El socialdemócrata y ex gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, se mantiene en segundo lugar con 32 por ciento. Si bien se sigue considerando a Lula como favorito para ganar inclusive en la primera vuelta, también se da por hecho que en una segunda ronda el mandatario se impondría por 45 contra 40 por ciento de Alckmin.
El comienzo de la campaña de Lula tuvo lugar con una cena organizada por el Partido de los Trabajadores (PT) en Sao Bernardo do Campo, zona industrial del gran Sao Paulo. El candidato afirmó que "Brasil tiene ahora un escenario favorable con la inflación dominada, y "los pobres son cada vez menos pobres".
Lula, quien concedió entrevistas a la prensa, minimizó las encuestas de opinión que lo sitúan a la baja, y subrayó que "las bases para un nuevo ciclo de crecimiento sustentable están sentadas". Destacó los logros alcanzados por su gobierno, y dijo que en un próximo gobierno "la prioridad número uno será la educación.
"Millones de brasileños dejaron atrás la miseria y llegaron a la clase media gracias a la transformación del mercado de trabajo", aseveró el mandatario, de 60 años, quien lanzó su quinta campaña presidencial -perdió en 1989, 1994 y 1998, y triunfó en 2002- para un segundo mandato, tras cuatro años dedicados a estabilizar el país.
El presidente empezó su campaña en el lugar donde trabajó como obrero metalúrgico, en el que tiene su residencia personal y donde fundó el PT. Allí fue ovacionado por sus partidarios y aprovechó para aclarar que el pago adelantado de la deuda con el Fondo Monetario Internacional no es ya un problema para los brasileños.
En tanto, el crimen organizado mantuvo su ofensiva en el estado de Sao Paulo contra lo que califica de "opresión carcelaria", al lanzar en la madrugada del viernes otros 28 atentados, especialmente contra autobuses; incendió 13 en la región.
Las autoridades de Seguridad Pública informaron que en esas acciones murieron al menos tres personas y ya hay 58 detenidos desde el martes pasado en operativos de la policía para contrarrestar los ataques contra bienes públicos y privados.
En el contexto de los atentados, una bomba de fabricación casera explotó en un centro comercial de Sao Paulo, causando daños materiales pero no heridos, en acciones atribuidas al grupo criminal Primer Comando de la Capital.
No obstante, la policía se mantenía en alerta en la ciudad y el transporte público de la capital del estado fue restablecido plenamente.