Hace tibio exhorto a Israel a moderarse cuando ejerza "su derecho a defenderse"
Llama el Grupo de los Ocho a frenar la escalada bélica en Medio Oriente
Rechaza demanda del primer ministro de Líbano de un alto el fuego inmediato
Ampliar la imagen George W. Bush, presidente de Estados Unidos; Matti Vanhanen, primer ministro de Finlandia; Junichiro Koizumi, premier de Japón; José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea; Angela Merkel, canciller federal de Alemania, y Vladimir Putin, mandatario de Rusia, ayer durante la cumbre del Grupo de los Ocho en San Petersburgo Foto: Ap
Moscú, 16 de julio. Tras largas horas de negociar cada palabra y signo de puntuación, que parecieron interminables ante la gravedad de la crisis, los gobernantes del Grupo de los Ocho (G-8), reunidos en su cumbre anual en San Petersburgo, optaron por encubrir sus diferencias con una "declaración unánime" que exige el fin de la escalada bélica en Medio Oriente.
Estados Unidos y su aliado incondicional, Gran Bretaña, acabaron por imponer a Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Rusia su posición de culpar a Hezbollah y Hamas y de rechazar el llamamiento de Fouad Siniora, primer ministro de Líbano, de un alto el fuego inmediato, alegando que Israel tiene derecho a defenderse.
"La actual crisis es resultado de los intentos de las fuerzas extremistas de desestabilizar la situación en la región y minar las esperanzas de democracia y paz de los pueblos palestino, israelí y libanés", señala el documento conjunto.
Enumera esos intentos: "En Gaza miembros de Hamas lanzaron misiles contra territorio de Israel y capturaron a un soldado. Miembros de Hezbollah atacaron Israel desde territorio de Líbano, mataron y secuestraron a militares israelíes, revirtiendo con ello las tendencias positivas que se perfilaban después de la retirada de las tropas sirias en 2005 y desestabilizando el gobierno del primer ministro Fouad Siniora".
Y añade con mayor dureza aún: "No puede permitirse que estos elementos extremistas y quienes los apoyan (en alusión a países como Irán y Siria) hundan a Medio Oriente en el caos y provoquen un conflicto generalizado".
En contraste, Rusia y Francia, que consideran que el gobierno del primer ministro israelí, Ehud Olmert, se está excediendo en el uso de la fuerza, apenas lograron una tibia exhortación a Tel Aviv:
"Es indispensable que Israel, al ejercer su derecho a defenderse, considere las consecuencias estratégicas y humanitarias de sus acciones. Exhortamos a Israel a mostrar la máxima moderación, procurando evitar víctimas entre la población civil y daños a la infraestructura, así como abstenerse de emprender cualquier acción que pudiera desestabilizar al gobierno libanés."
Tras expresar una "creciente preocupación" por el deterioro de la situación en Medio Oriente, los Ocho aceptaron plasmar en el documento que, en este momento, "la prioridad más urgente es crear las condiciones para un cese de la violencia sostenible y que siente las bases de una solución más duradera" en la región.
Mencionan cinco condiciones: "el regreso ilesos de los soldados israelíes (secuestrados) de Líbano y Gaza, el fin del lanzamiento de misiles contra territorio israelí, el fin de las operaciones militares de Israel (en Líbano y Gaza), la rápida retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la liberación de ministros y parlamentarios palestinos detenidos".
Para Líbano, el G-8 pide se cumplan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que prevén el desarme de las milicias de Hezbollah y que el gobierno libanés asiente su autoridad y soberanía en todo su territorio.
Asimismo recomienda a la ONU que su Consejo de Seguridad considere la posibilidad de contar con "una presencia internacional con funciones de supervisión" en el sur de Líbano.
Discrepancias Francia-EU
Apenas se difundió el contenido de la declaración, el presidente francés, Jacques Chirac, afirmó que es evidente que "el G-8 apela a un alto el fuego", mientras un portavoz de la delegación estadunidense no tardó en precisar que el texto no hace referencia a un cese inmediato de hostilidades.