Se deslinda de la responsabilidad de combatir al crimen organizado; ''no me toca''

Niega Salgado haber pactado con cárteles que se disputan Acapulco

Reconoce que no puede garantizar la integridad de sus policías y funcionarios; ''yo nomás respondo por mis hijas''

El municipio sólo tiene 700 agentes para 1.2 millones de habitantes

MISAEL HABANA DE LOS SANTOS Y SERGIO OCAMPO CORRESPONSALES

Acapulco, Gro., 19 de julio. El edil de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, rechazó categóricamente que la ola de violencia en este puerto, que ha cobrado la vida de varios policías y la deserción de más de 100, sea producto de un pacto entre su gobierno y alguno de los cárteles de la droga que se disputan Guerrero, como se ha especulado en medios locales.

En entrevista, el perredista sostiene que la delincuencia organizada es un problema que compete al gobierno federal. ''No me toca, y yo a lo que me consagro es a mi trabajo de seguridad pública con mi policía municipal'', acotó.

Salgado Macedonio afirmó que no tiene una explicación sobre la violencia que ha desatado el narcotráfico en el estado, la cual se ha recrudecido desde que él asumió el gobierno local. ''La plaza es disputada entre bandas. Eso es lo que a primera vista se ve. Nosotros como gobierno no nos podemos meter con un grupo ni con otro, definitivamente. Hay que reconocer nuestras competencias y mis limitaciones como gobierno municipal. Solamente tenemos policía preventiva que coadyuva a las tareas del orden federal, y éste es un asunto del orden federal''.

Sobre las recurrentes amenazas de muerte en su contra, el ex diputado federal señaló: ''Soy una persona de convicciones. Reconozco mis temores, pero yo estoy aquí para servir a la gente, para trabajar, y como lo he dicho, a seguir adelante''.

Durante su campaña electoral por la presidencia municipal, Félix Salgado declaró a la prensa que había recibido ofertas de narcotraficantes para financiar su campaña, afirmaciones que días después tuvo que rectificar.

''Yo dije que hice una campaña austera, sin derroche de recursos, como ustedes pudieron haber visto. No hice pintas, no tuve espectaculares, y dije: no faltan quienes se acercan a ofrecerte apoyo económico, o mandan a preguntar si quieres apoyos económicos, los cuales rechacé; no vayan a ser recursos sospechosos, mejor no. Así fue como hice mi campaña''.

Sin embargo, después de los hechos ocurridos en la colonia La Garita, donde el 27 de enero murieron cuatro presuntos sicarios del cártel de Sinaloa en un enfrentamiento con policías municipales, las especulaciones sobre presuntos vínculos entre el gobierno de Acapulco y la delincuencia organizada volvieron a los medios locales.

Versiones policiacas señalaron que el secretario de Protección y Vialidad, Genaro García Jaimes, se hacía acompañar ese día de dos guardaespaldas que le había asignado el cártel del Golfo. A partir de ese momento se recrudecieron las ejecuciones y decapitaciones de policías y civiles.

''Puede ser -indicó el alcalde- que la policía esté infiltrada, como (sucede) en la judicial o en la PGR (Procuraduría General de la República). Son instituciones no exentas de infiltración. Sin embargo, el lineamiento es caminar derechos.''

Luego del enfrentamiento en La Garita, más de 100 policías preventivos municipales han desertado, dijo Salgado Macedonio. ''Tengo 700 policías para un millón 200 mil habitantes, divididos en tres turnos'', se quejó.

Salgado Macedonio apuntó que no puede responder por la integridad de sus policías y funcionarios, ni asegurar que no tengan vínculos con alguno de los dos grupos delictivos en pugna. ''Yo nomás respondo por mis hijas. Cada quien es adulto, cada quien es mayor, cada quien es responsable de sus actos; cada quien, cada funcionario, cada policía, cada directivo.''

Rechazó las versiones de que piense renunciar al cargo y negó que la violencia y la falta de servicios hayan provocado una ruptura con el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo. ''Hay buena relación y nos estamos apoyando'', puntualizó.

Los tiempos no están para hacerse el héroe: Torreblanca

La labor de un gobernador, un presidente municipal o cualquier funcionario público tiene riesgos, dijo el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo al referirse a las amenazas de muerte de presuntos narcotraficantes contra los alcaldes de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, y Zihuatanejo, Silvano Blanco Deaquino.

En entrevista radiofónica, reconoció que no ha recibido amenaza alguna, pero ''el miedo se siente, y aunque uno tenga 50 elementos de seguridad alrededor, los tiempos que se viven en Guerrero no están como para asumir la actitud de héroes ni de antihéroes''.

El mandatario reiteró que la violencia que se vive en la entidad es muy grave y aseguró que la "fuerza fundamental para acabar con este problema es la de la sociedad".