Usted está aquí: jueves 20 de julio de 2006 Sociedad y Justicia Temen que la medicina genómica se utilice para guerras de exterminio

Es urgente crear mecanismos de protección y seguridad, dicen investigadores

Temen que la medicina genómica se utilice para guerras de exterminio

Con el avance alcanzado se pueden diseñar en forma artificial diferentes tipos de virus

ANGELES CRUZ E ISRAEL RODRIGUEZ ENVIADOS

La Jolla, Calif., 19 de julio. Todavía no es el tiempo para que la investigación en medicina genómica se aplique de manera individual. El mundo requiere prepararse para garantizar la confidencialidad de la información, sobre todo por el potencial de la manipulación genética y la amenaza latente de la guerra bacteriológica.

Así advirtió Warren Lockette, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, quien resaltó que desde hace muchos años se han reportado acciones que amenazan la seguridad de determinados grupos humanos, en circunstancias específicas de guerra, como cuando Francia utilizó la bacteria causante de la lepra para dañar a las tropas españolas, o en la guerra de Corea, en la que se crearon pulgas sin estómago que mordían "mil veces más de lo normal" por el hambre y eso también causaba estragos entre los combatientes.

El riesgo persiste, ahora con métodos más sofisticados, como la manipulación genética, cuyos alcances todavía no terminan de descubrirse. Sin embargo, es un hecho, por ejemplo, que sin respeto a la responsabilidad social del ejercicio profesional de la medicina, se pueden diseñar en forma artificial diferentes tipos de virus que, de concretarse, causarían serios daños a la humanidad, apuntó.

Descartó así que el almacenamiento de muestras del virus de la viruela, que todavía existen en dos laboratorios de Estados Unidos y Rusia, representen un peligro. Luego de los ataques a la ciudad de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, tuvo lugar una amplia discusión al respecto y se mencionaba el hecho de que desde la erradicación mundial de la enfermedad dejó de aplicarse la vacuna para prevenir el mal.

Sin embargo, dicha amenaza no lo es tanto, señaló, por los avances de la ciencia genética. Lockette se pronunció, en cambio, porque las muestras se sigan guardando. "Ninguna especie del planeta debe dejarse perder", apuntó.

No obstante, también reconoció que con el avance del conocimiento nadie puede descartar que "algún loco" lo utilice de manera inadecuada. Lo anterior, sobre todo debido a que se ha comprobado que hasta la conducta de las personas está conectada con la genética.

El académico, quien durante en las pasadas dos décadas se ha dedicado al estudio de la genética, y logró identificar, por ejemplo, la relación entre la ausencia del gen receptor adrenérgico Alfa 2 y la agresividad, afirmó que es más probable que, mediante la manipulación genética se disemine el virus de la influenza aviar. Por eso, apuntó, cuando los noticiarios dan cuenta de nuevos casos, "me ocupo más de estar seguro que provino de un pato y no de un laboratorio".

Una utilidad excelente del conocimiento genómico será cuando se pueda determinar la secuencia del ADN de poblaciones específicas, en particular las minoritarias, a las que se podrá ofrecer soluciones particulares a los problemas de salud que presentan. Sin embargo, ha sido un error, señaló, la actitud paternalista de los países desarrollados de pretender saber lo que es mejor para esos pueblos.

No obstante, insistió el investigador, todavía se debe ir despacio, al menos hasta que los países acuerden los mecanismos de seguridad y protección que se dará a la información genética que se obtenga de cada uno de los grupos poblacionales.

 
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