Políticos e industrias promueven campaña de desinformación, afirma Naomi Oreskes
Acusan a EU y Australia de frenar acciones contra efectos del cambio climático global
La investigadora de la UCSD alerta sobre calentamiento del mar Caribe y el Golfo de México
Ampliar la imagen Una niña se refresca en una fuente de la ciudad estadunidense de Portland, ante la fuerte ola de calor que azota el estado de Oregon Foto: Ap
La Jolla, Calif. Con un falso debate, promovido por políticos e industrias, Estados Unidos y Australia han frenado las acciones en contra de los efectos del cambio climático global, aseguró Naomi Oreskes, investigadora en el Departamento de Historia de la Universidad de California en San Diego (UCSD), quien subrayó que desde 1993 la comunidad científica está de acuerdo en las consecuencias negativas de este fenómeno para la humanidad.
No obstante, en Estados Unidos la desinformación promovida desde el gobierno ha llevado a que sólo a 19 por ciento de sus ciudadanos le preocupe el problema de la emisión de gases a la atmósfera y su repercusión en el calentamiento de la Tierra, mientras que apenas 41 por ciento piensa que la actividad humana es la responsable. Estos son algunos de los resultados del estudio realizado por el Centro de Investigación PEW para las Personas y la Prensa, los cuales se dieron a conocer hace apenas unos días.
El análisis da cuenta de que, en contraste, 66 por ciento de los japoneses, 65 por ciento de los hindúes y 51 por ciento de los españoles están preocupados por el calentamiento global. La razón, de acuerdo con Oreskes, es que Estados Unidos es el principal responsable del daño que se está causando a la atmósfera. Este país emite entre 60 y 70 por ciento de las emisiones de gases en el mundo, y a las autoridades no les interesa hacer algo al respecto. Sin duda, agregó, prevalecen los intereses económicos.
Al participar en el Taller de Periodismo Científico que se realiza en el Instituto de las Américas, con sede en la UCSD, la especialista resaltó que 99 por ciento de la comunidad científica determinó hace más de una década que la emisión de gases a la atmósfera, en particular el bióxido de carbono, es la causa del progresivo calentamiento de la Tierra. Este fenómeno, puntualizó, fue descrito por primera vez en 1958.
Desde entonces, la temperatura global ha aumentado de 0.6 a 0.8 grados centígrados, y es un hecho que los primeros efectos son resentidos en los polos Norte y Sur, con el deshielo y el consecuente incremento en los niveles del mar, así como la llegada cada vez más temprana de la primavera, entre otros.
Más calor, más sequía, más huracanes...
En su exposición aludió el caso de México. Dijo que el gobierno debería estar más preocupado por el calentamiento de las aguas del mar Caribe y el Golfo de México, donde ocurrirán, cada vez con mayor frecuencia e intensidad, huracanes y otros fenómenos meteorológicos.
No existe, afirmó, ninguna duda sobre los daños que sufrirán la Tierra y los seres vivos por el cambio climático. Sin embargo, desde diferentes ámbitos ha habido el empeño por transmitir a la población que los investigadores continúan discutiendo si existe o no este problema, y en otros casos se ha pretendido hacer creer que los científicos continúan en la incertidumbre sobre los potenciales perjuicios que podría sufrir la humanidad.
Una de las empresas que ha tenido esta actitud es la petrolera Exxon, la cual con comunicados de prensa y "financiamiento" a políticos ha difundido la versión de que la discusión sobre el cambio climático aún no concluye. En cambio, British Petroleum reconoció hace ya varios años que el debate es inexistente.
Para la historiadora, parte de la responsabilidad sobre la inactividad del gobierno estadunidense con respecto al cambio climático recae en los investigadores, quienes no han sabido explicar claramente a la sociedad sobre sus resultados. Han transmitido, indicó, una especie de confusión entre el debate y la incertidumbre científica.
Además, hay una estrategia política activa para que los medios de comunicación no den el tiempo ni el espacio a los resultados más concluyentes sobre el tema.
Sin embargo, aunque nadie puede decir con certeza cuándo y en qué magnitud se verán los efectos del calentamiento global, es un hecho, dijo, que cada vez hará más calor, habrá más sequías, las corrientes monzónicas en Asia también aumentarán, al igual que los huracanes. Esto repercutirá en cambios políticos, sociales y económicos, advirtió.
Ante este panorama, Oreskes resaltó las iniciativas que se impulsan en algunos estados de la Unión Americana, como California, Washington y Oregon, donde actualmente se discute sobre la elaboración de leyes que contribuyan a combatir los daños a la atmósfera.