Obispo: indigna el desamparo en socavones
A cinco meses de la tragedia en la mina Pasta de Conchos los cuerpos de 64 trabajadores continúan enterrados y las autoridades no dan muestra de querer emprender acciones de rescate ni de aplicar sanciones a los dueños de Industria Minera México por su responsabilidad en la muerte de éstos, afirmó el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera, durante su homilía de ayer, ofrecida en la Basílica de Guadalupe con motivo de la peregrinación anual de la diócesis.
En su visita anual al templo, el prelado afirmó que lo sucedido en Pasta de Conchos se ha convertido en "un paradigma" del trato que el gobierno de Vicente Fox da a los obreros mexicanos, quienes laboran en condiciones deplorables, con salarios de miseria y sin el apoyo de las instituciones.
Ante más de 10 mil feligreses, el obispo denunció que en Coahuila se sufre "la plaga del desempleo y la carestía, lo que trae hambre, miseria y enfermedades a los miembros de nuestras familias. Los recursos del Estado no dan para salud, educación de calidad y vivienda digna.
"Nuestros mineros continúan sin seguridad. Pasta de Conchos, además de dolor e indignación, pone la cara roja de vergüenza, pues los 65 sacrificados han sacado a relucir los desórdenes que hay en el gobierno", aseveró.