Astillero
La trampa del interinato
Anular hoy para acotar mañana
Utilizar un presidencia breve y débil
Guadalajara también lucha
Abandonado (traicionado) por Vicente Fox y la dirigencia formal panista (el penitente Manuel Espino disfraza de religiosidad sus vacaciones en España), Felipe Calderón busca alianzas desesperadas (la más reciente, con porros sindicales como el impresentable Víctor Flores) y sostiene cercanías geopolíticas peligrosas (como sus vacaciones en Huatulco, a las que unas horas después de su inicio, y entre versiones de que allí se habría reunido con el mapache Ulises Ruiz, siguió la provocación armada contra Radio Universidad de Oaxaca).
Pero, en los días que podrían ser los de su desgracia, el presunto presidente PREP (todo habría sido un eliminable resultado electoral preliminar) ve crecer la percepción (¡oh, él, el Chapelén al que pretendieron imponer como presidente virtual a base de percepciones!) de que es incapaz de sostener su supuesto triunfo y de que la declaración de nulidad electoral es la única salida posible al gran embrollo delictivo creado por el virus informático y social llamado FelIFEbrando.
Sacrificable desde siempre (nunca fue el candidato de la pareja presidencial), Calderón acabaría siendo un truco de magia mediante el cual quienes mueven los hilos de la figura presidencial consumarían una grave maquinación a la que ahora pretenderían disfrazar de salida política y jurídica realmente justa y necesaria. Anular el proceso de elección presidencial significaría desproveer de sentido el ejercicio ciudadano de votar, cercenarle a quien exige conteo voto por voto -porque cree fundadamente que ganó- cuando menos una cuarta parte del tiempo en que podría ejercer la presidencia y, por si todo lo anterior fuera poco, convalidar un escenario político en el que PAN y PRI dominarían las cámaras -gracias a resultados electorales tan tramposos como los presidenciales-, reconstituirían espacios dañados -entre ellos el IFE, cuyos consejeros mapaches tendrían que renunciar antes de ser llevados a tribunales-, sacarían adelante reformas legislativas y establecerían candados autonómicos y separatistas que convirtieran un eventual segundo triunfo de López Obrador en un triunfo pírrico, recortado, acotado y minado.
Anular el proceso electoral significaría instalar una presidencia débil que luego diera paso a una presidencia simbólica. Un mandatario interino vería pasar los procesos judiciales contra los pillos del foxismo (entre ellos, de manera destacada, los hijos de su mamá) y alentaría que no hubiera justicia sino impunidad negociada. Un presidente dieciseismesino vería consolidarse los procesos de cuello blanco que convirtieron el espectro radioeléctrico en botín de televisoras consentidas (Televisa y Televisión Azteca) y vería la ratificación de los términos leoninos en que funcionan las concesiones del gigante de las telecomunicaciones privilegiadas (Telmex, Telcel y lo que se acumule en la semana).
Ese presidente Vicente-nario , o Puma, o Nexos (de ellos se habla, del ahumado Cuauhtémoc, del siquiatra zedillista y del constructor de la ficción salinista llamada democracia electoral) sería -versión actualizada de los votantes acomodaticios de 2000- un presidente útil: pondría cara de patriota en sacrificio por la democracia para permitir que quedaran impunes los actos electorales delictivos cometidos por el IFE dirigido por Luis Carlos Ufraude (olor a fragancia republicana estadunidense Florida), las campañas de odio, miedo y polarización social que desarrollaron los estrategas franquistas, la presión y el financiamiento ilegal de empresarios a favor de quien consideran su empleado (de abogado empresarial a gerente de la República) y la estrategia perversa de quienes manejan a Fox y le hicieron persistir en la comisión diaria de los supuestos jurídicos que darían pie a una buscada declaración de nulidad electoral.
Es necesario, por tanto, luchar por que haya transparencia electoral, no salidas programadas y tramposas. Contar de nuevo los votos para que el sufragio verdaderamente valga, y no permitir que sea usada la farsa electoral para imponer interinatos de marioneta y preparar nuevos comicios cuyo ganador tenga para entonces todos los caminos cerrados, los presupuestos asignados y el futuro escamoteado.
Astillas:
La reunión del pasado viernes en Guadalajara fue exitosa. Lleno que estaba el auditorio Silvano Barba antes de que comenzara el encuentro, fue necesario un traslado de última hora a otro con más cupo, el Salvador Allende, donde finalmente unas 650 personas escucharon al par de expositores. Organizado por Natalia Juárez y Juan Manuel Reyes, con el apoyo del maestro Clemente Castañeda, el acto puso de manifiesto que aun en zonas de fuerte presencia panista (y neocristera) hay fuerte resistencia a la pretensión de imponer el fraude electoral a favor de Felipe Calderón. Sin más publicidad que la de boca en boca o el Internet, y a pesar de que es temporada de vacaciones, los organizadores, estudiantes de Filosofía y Letras, primero vieron llenarse el histórico auditorio Salvador Allende y luego -al final de las intervenciones formales del maestro Fernando Del Paso y del columnero visitante- se toparon con decenas de manos alzadas que querían hacer comentarios, arengas y propuestas, más que las convencionales preguntas y respuestas. Este tecleador ahogado de tortas de cariño les da las gracias a todos quienes demostraron este viernes convicciones, conciencia y disposición de lucha democrática y de izquierda, a pesar de vivir en el reino del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, que temporalmente administrará, en su fase terrena, el yunqueto Emilio González Márquez...
Y mientras esta sección da a conocer el estudio de Walter Mebane, profesor de la Universidad Cornell, quien ha analizado mediante la ley de Benford dos casos de elecciones bajo sospecha, la del estado de Florida, en 2004, donde ganó George W. Bush, y las mexicanas de 2006 (la ley de Benford, o ley del primer dígito, es usada con gran éxito como indicador de irregularidades en asuntos contables en todas sus variantes: una declaración de impuestos, un informe de gastos, un acta electoral), ¡Hasta mañana, en esta sección que sigue viendo a Mar(t)iagna de Ebrard colocada en lugares políticos que no le corresponden!
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