Las elecciones fueron ''limpias, libres y democráticas'', le responde el panista
Convoca AMLO a Calderón a que acepte el recuento de votos
''De no aceptar quedará la sospecha o la certidumbre de que usted no ganó en las urnas''
Ampliar la imagen El coordinador de prensa de la coalición por el Bien de Todos, César Yáñez, entrega la carta de López Obrador a Felipe Calderón * Carlos Ramos Mamahua
''Lo más conveniente para México es que ambos aceptemos el recuento de votos y nos comprometamos a respetar los resultados'', escribió el candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, a su contrincante del Partido Acción Nacional, Felipe Calderón Hinojosa. Y le dice además que de no aceptar esa propuesta y resultar ratificado ganador de la contienda, ''quedará para siempre la sospecha o la certidumbre de que usted no ganó en las urnas y de que hubo un fraude en la elección''. En ese caso, ''usted será un presidente espurio y nuestro país no merece ser gobernado por alguien que no tenga autoridad moral ni política''.
La misiva fue entregada ayer por la tarde -16:30- en la casa de campaña de Calderón. La llevó César Yáñez, coordinador de prensa de López Obrador, y la recibió Laura Cruz, recepcionista de las oficinas del candidato panista.
Además de argumentar al aspirante del PAN sobre la conveniencia del recuento y reiterarle su ofrecimiento de disuadir toda movilización popular si ese cómputo favorece a aquél, López Obrador reprocha a Calderón la ''calumnia'' de considerar como ''violentos'' a quienes simpatizan con la coalición y ubicar a los votantes por la causa blanquiazul como los ''pacíficos''.
Tales calificativos sólo aumentan la crispación política y social, ''y en los hechos se vuelve un llamado al enfrentamiento entre mexicanos''.
A continuación, el texto íntegro:
México, DF, 24 de julio de 2006
C. Lic. Felipe Calderón Hinojosa, candidato a la Presidencia de la República del Partido Acción Nacional.
Vivimos momentos cruciales para nuestro país. Son tiempos que demandan a todos los actores políticos la lucidez y la integridad que permiten estar a la altura de las circunstancias. De lo que hagamos o dejemos de hacer dependerá el futuro de nuestro pueblo. No sólo está en juego la Presidencia de la República, sino el derecho de los ciudadanos a elegir libre y democráticamente a sus gobernantes. Esa exigencia histórica nos obliga a dejar a un lado los intereses particulares y a elevar, por sobre todas las cosas, los intereses de la nación.
Como usted sabe, el proceso electoral estuvo plagado de irregularidades y de actos fraudulentos. Durante la campaña, el Consejo General del IFE actuó de manera facciosa; la publicidad en los medios de comunicación no fue equitativa; en su campaña se gastó dinero a raudales, de procedencia desconocida, y se rebasaron por mucho los topes establecidos por la ley; grupos de intereses creados pusieron en práctica un activismo ilegal; se recurrió a la guerra sucia, a la mentira y a las campañas del miedo; se usaron los programas sociales del gobierno federal y otros recursos públicos en apoyo a su candidatura; fue pública y notoria la injerencia del Presidente de la República para golpearnos. Y, por si todo esto no bastara, hubo manipulación en los sistemas de cómputo electoral y se falsificaron los resultados en miles de actas de escrutinio.
En pocas palabras: se violaron los principios rectores que deben prevalecer en una elección democrática, establecidos en el artículo 41 constitucional.
Al decir esto, no descalifico a millones de mexicanos que participaron en la elección con su voto y con su esfuerzo. Por el contrario, reconozco el compromiso cívico de la mayoría de quienes cuidaron las casillas y contaron los votos. Si estos ciudadanos no hubiesen actuado con rectitud, defendiendo la democracia, el fraude hubiese sido mayor. Sin embargo, hubo quienes no se comportaron con honestidad y distorsionaron la voluntad ciudadana expresada en las urnas.
Como usted comprenderá, yo nunca podré decir que estas elecciones fueron equitativas, limpias y libres. No obstante, por mi responsabilidad como dirigente de un movimiento democrático, y frente a la demanda de millones de mexicanos de llevar a cabo un recuento voto por voto, casilla por casilla, le propongo lo siguiente:
Si usted se pronuncia a favor del recuento de todos los votos, y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordena esta diligencia, yo ofrezco el compromiso de aceptar los resultados, si a usted le favorecen, y no convocar a más movilizaciones. De la misma manera, usted tendría que aceptar el fallo emitido por el tribunal si resulto triunfador en el recuento.
Sé muy bien que, de conformidad con la ley, le corresponde al tribunal calificar la elección y tomar las decisiones sobre las impugnaciones y el recuento de los votos, pero como es obvio, si usted acepta y hace público su acuerdo con esta propuesta, el tribunal tendría todos los elementos políticos y legales para resolver la inconformidad generada por esta elección de la mejor forma posible.
En otras palabras: lo más conveniente para México es que ambos aceptemos el recuento de los votos y nos comprometamos a respetar el resultado.
En países democráticos hay ejemplos en los que el candidato que resulta ganador por estrecho margen ha propuesto revisar las irregularidades y contar los votos, despejando así las dudas sobre su triunfo. Ahí está el caso reciente de Oscar Arias, en Costa Rica, quien habiendo obtenido el triunfo por pocos votos pidió que se revisaran todas las denuncias de su adversario y que se contaran manualmente todas las boletas. Al final del recuento, se confirmó ganador y su triunfo fue legítimo e inobjetable, lo que fue reconocido por el otro candidato y la sociedad en su conjunto.
En caso de que usted no acepte esta propuesta, asumirá su responsabilidad de cara a los mexicanos. Si el tribunal no cuenta los sufragios y avala su ''triunfo'', quedarán para siempre la sospecha o la certidumbre de que usted no ganó en las urnas y de que hubo fraude en la elección. De ser así, para millones de mexicanos usted será un presidente espurio y nuestro país no merece ser gobernado por alguien que no tenga autoridad moral ni política.
Además, le expreso que, en tanto no se resuelva el recuento de los votos y se pretenda imponerle, seguiremos recurriendo a la resistencia civil pacífica que siempre ha sido utilizada en México -por cierto, también por ustedes- y en el mundo, cuando se trata de hacer valer los derechos sociales, civiles y ciudadanos.
Asimismo, quiero señalarle que nuestro movimiento siempre se ha conducido con responsabilidad, de manera pacífica y legal. Nuestras manifestaciones están garantizadas por la Constitución mexicana y, por tanto, son un derecho ciudadano. Sus declaraciones acerca de que ''la fuerza de los pacíficos prevalecerá sobre la fuerza de los violentos'', con el señalamiento explícito de nosotros ''los pacíficos'' y ustedes ''los violentos'', constituyen una calumnia que sólo aumenta la crispación política y social, y en los hechos se vuelve un llamado al enfrentamiento entre mexicanos.
Por último, le expreso que la demanda de contar ''voto por voto, casilla por casilla'' surgió del pueblo y yo estoy comprometido con ese clamor ciudadano. Entiendo que así se defiende la democracia y el derecho de los mexicanos a elegir libremente a sus gobernantes. En este momento histórico en el que se juega el futuro de nuestro país, lo que nosotros proponemos es una salida racional, una solución legal y política.
En suma: si usted sostiene que ganó, si usted está convencido de que obtuvo la mayoría de los votos, no tiene por qué negarse a despejar dudas y transparentar la elección. El que nada debe, nada teme.
Usted tiene la palabra; espero su respuesta.
Atentamente,
Andrés Manuel López Obrador,
Candidato a la Presidencia de la República de la coalición Por el Bien de Todos.
El candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República, Felipe Calderón Hinojosa, aseguró ayer que la contienda del pasado 2 de julio fue ''equitativa'' y que las elecciones federales ''fueron limpias, libres y democráticas''. Asimismo, advirtió que no corresponde a los candidatos decidir sobre el recuento de los votos, sino al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el cual aplicará la ley.
En la respuesta a la carta del candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, enviada por la tarde a la casa de campaña del aspirante del partido blanquiazul, en la que el político tabasqueño pide al abanderado panista que se pronuncie a favor del recuento de ''todos los votos'', Felipe Calderón Hinojosa respondió con un llamado a dialogar ''sobre el momento que vive el país'' para que, por encima de las divergencias, ''identifiquemos nuestras coincidencias''.
Además, invitó al candidato perredista a la Presidencia de la República a hacer ''política genuina'' y le señaló que la verdadera defensa de la democracia consiste en el respeto a las instituciones encargadas de organizar y calificar el proceso electoral vivido el 2 de julio.
A las 21:30, cinco horas después de que se entregó la carta de López Obrador en la casa de campaña del candidato panista, Rogelio Carbajal, secretario particular de Felipe Calderón Hinojosa, llevó la respuesta a la sede de la coalición Por el Bien de Todos, donde el texto fue recibido, al igual que el primer documento.
A continuación se transcribe el texto íntegro de la respuesta de Calderón Hinojosa:
Lic. Andrés Manuel López Obrador.
Presente
La jornada electoral del pasado 2 de julio fue un esfuerzo cívico de casi 42 millones de ciudadanos que votaron en libertad. Cientos de miles de mexicanas y mexicanos colaboraron con el Instituto Federal Electoral para recibir y contar cada voto en presencia de representantes de todos los partidos políticos.
La contienda fue equitativa. Los candidatos recorrimos el país sin límites ni cortapisas. Los medios de comunicación estuvieron abiertos a todas las expresiones políticas y dieron testimonio de la pluralidad en que vivimos los mexicanos. En ese contexto, todos los candidatos fuimos convocados a dos debates presidenciales. Usted, por propia voluntad, decidió participar en un solo debate, y su partido se opuso rotundamente a la celebración de otros más.
En suma, las elecciones federales para renovar el Poder Legislativo de la Unión y la Presidencia de la República fueron limpias, libres y democráticas. Así lo atestiguaron casi un millón de ciudadanos que fueron funcionarios de casilla y más de un millón y medio de representantes de casilla, entre ellos cientos de miles representándolo a usted. También así lo atestiguaron los observadores nacionales y extranjeros acreditados y todos los candidatos a la Presidencia de la República lo reconocimos públicamente el 2 de julio, aun antes de conocer los resultados.
La decisión de recontar votos no corresponde a los candidatos ni a los partidos, sino al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que, en ejercicio de sus atribuciones, aplicará la ley. Al final del proceso dictará sentencia definitiva a la que todos debemos someternos. La petición que usted ha formulado no depende de lo que los candidatos opinemos, sino de lo que la ley dispone. En mi caso respetaré escrupulosamente la resolución que el tribunal determine respecto a su petición y, desde luego, acataré lo que resuelva respecto de las impugnaciones presentadas.
Los mexicanos ya votamos. La verdadera defensa de la democracia consiste en el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas y a las instituciones responsables de organizar y calificar el proceso electoral. Respetar el voto es respetar a México.
Le reitero mi invitación para que dialoguemos sobre el momento tan importante que vive el país. Lo invito con sinceridad a que, por encima de nuestras divergencias, identifiquemos nuestras coincidencias. Lo invito a hacer política genuina que nos permita edificar el proyecto común que es México.
Este es el momento de la unidad nacional, de la concordia y de la paz. Este es el mandato de los mexicanos.
Atentamente
Felipe Calderón Hinojosa.