Usted está aquí: martes 25 de julio de 2006 Sociedad y Justicia 8.6 de cada mil recién nacidos en el Hospital General de Mexicali provienen de madres drogadictas: estudio

Publican investigación de la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado del INP

8.6 de cada mil recién nacidos en el Hospital General de Mexicali provienen de madres drogadictas: estudio

Premadurez, síndrome de abstinencia, enfermedades sexuales y abandono, las consecuencias

GABRIEL LEON ZARAGOZA

Un estudio realizado en el Hospital General de Mexicali, Baja California, detalló que, en promedio, 8.6 de cada mil recién nacidos vivos en dicho nosocomio proceden de madres que consumieron alguna droga durante el embarazo, etapa en la que se puede afectar el desarrollo físico y cognoscitivo de los infantes, cuyo grado y severidad dependen de la sustancia, del momento y el grado de adicción.

En la investigación publicada en la revista científica Acta Pediátrica, el doctor Arturo Loredo Abdalá, jefe de la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado, del Instituto Nacional de Pediatría (INP) de la Secretaría de Salud, y uno de los autores del artículo, precisó que el consumo de drogas por parte de la madre durante la gestación provocó síndrome de abstinencia en 25 por ciento de los casos estudiados; premadurez, en 23.68; enfermedades de transmisión sexual, 15.78; afección de talla y perímetro cefálico, 18.42, y abandono en 10 por ciento de los casos.

Los análisis revelaron que la gestante adicta a las drogas usualmente también lo es del tabaco y alcohol, además de que su estado nutricional puede estar alterado y puede padecer infecciones como hepatitis B, C o virus de inmunodeficiencia humana (VIH), además de que frecuentemente lleva un mal control prenatal.

Al analizar 76 recién nacidos expuestos a drogas, se encontraron siete casos de infección por hepatitis C en 20 mujeres que usaban heroína y en sus hijos; cuatro de sífilis congénita y uno por virus de inmunodeficiencia humana.

En la evaluación del desarrollo de síndrome de abstinencia, en 19 de los 76 casos se observaron alteraciones neurológicas, trastornos vasomotores, metabólicos, respiratorios y gastrointestinales. En 48 por ciento de los infantes la manifestación se expresó 48 horas después de la última dosis de la droga que ingirió la madre.

En la investigación, en la cual participaron también especialistas del Hospital General de Mexicali y de la Facultad de Medicina Mexicali, de la Universidad Autónoma de Baja California, se destacó que cuando la mujer adicta se encuentra embarazada se genera una agresión al producto en el útero, lo que en el ámbito del síndrome del niño maltratado se designa como abuso fetal.

En la frontera norte de México la frecuencia anual del consumo de drogas es de 7.45 por ciento y el incremento en la tasa de exposición es de 17.9 por mil nacidos vivos; 63 por ciento de las madres eran menores de 25 años y la droga más usada fue cristal. En esta región las madres gestantes consumieron más anfetaminas (cristal) que las señaladas en la Encuesta Nacional de Adicciones del 2002, como mariguana y cocaína. Su fácil disponibilidad y bajo costo pueden explicar este hecho.

Esta droga tiene efectos similares a los de la cocaína: estimulante del sistema nervioso central. En los hijos de embarazadas adictas a esta sustancia no hubo malformaciones congénitas. Sin embargo, el efecto vasoconstrictor e hipertensivo es capaz de ocasionar aborto, desprendimiento prematuro de placenta, premadurez o bajo peso al nacer.

 
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