Bush debería visitar nuestras provincias, señala durante la fiesta del 26 de julio
Destaca Castro logros en educación y salud en Cuba; no se necesitan planes de EU, dice
"Que no se asusten los vecinos del norte; no pienso gobernar hasta los cien años", afirma
La Habana, 26 de julio. El presidente Fidel Castro celebró hoy la fiesta nacional con un amplio informe de obras públicas y gasto social en las provincias orientales de Granma y Holguín, que expuso como contraste al plan de Estados Unidos de "transición" para Cuba.
"Granma no necesita ningún plan de transición yanqui para alfabetizar, vacunar y atender la salud de nuestra población, porque tenemos hoy lo que la población de Estados Unidos no tiene", dijo el mandatario en la ciudad de Bayamo, capital de esa provincia.
El presidente George W. Bush aprobó hace dos semanas un plan de "transición" para la isla, el segundo documento de su tipo, tras el original, adoptado en 2004. En ambos casos La Habana ha rechazado los proyectos, como intentos de "agresión".
"Había que decirle al señor Bush y a otros que ahí andan hablando de plan de transición, que vengan a Granma a ver lo que es un programa de educación, uno de salud, un programa de desarrollo del arte, de la cultura", añadió el mandatario cubano.
Castro aludió en esa forma a tramos del plan estadunidense, que prevé una detallada acción de gobierno en un hipotético vuelco de Cuba hacia un régimen capitalista.
La fiesta del 26 de julio recuerda el asalto a sendos cuarteles militares en Bayamo y en la ciudad de Santiago de Cuba, en 1953, que fueron el primer hecho de armas de la revolución que triunfó cinco años más tarde, encabezada por Castro.
El discurso anual de la efeméride se multiplicó esta vez por dos. En un mitin que arrancó a las siete de la mañana locales, el presidente cubano habló casi dos horas y media en Bayamo. Por la noche Castro encabezaba otro acto en la ciudad de Holguín, capital de la provincia homónima, para inaugurar una batería de plantas eléctricas, que forma parte de un plan de reconversión del sector.
El líder cubano cumplirá 80 años el próximo 13 de agosto y hoy dio una muestra de resistencia física con su gira por dos capitales del oriente, con discursos de pie en ambos casos, tras regresar el fin de semana de la cumbre del Mercosur en Argentina.
En Bayamo bromeó con su edad, cuando hablaba de la longevidad de algunos cubanos que están llegando a los cien años: "Que no se asusten nuestros vecinitos del norte, yo no estoy pensando estar ejerciendo funciones a esa edad".
Pero Castro aprovechó el giro para volver a una idea recurrente en sus discursos de los últimos cinco años: "Lucharé toda mi vida hasta el último segundo, mientras tenga uso de razón, por hacer algo bueno, hacer algo útil".
Aparentemente era una digresión, pero en sustancia era otra forma de mantener una parte de su hilo argumental: la réplica al plan estadunidense y la defensa del sistema social cubano.
En Holguín, Fidel Castro se extendió en el programa de salud de su gobierno y el plan de enseñanza de medicina para estudiantes latinoamericanos.
Poco antes de iniciar el acto nocturno, el mandatario cubano conversó unos minutos con el canciller Felipe Pérez Roque y el embajador en México, Jorge Bolaños, quien se mantuvo en primera fila.